Este 5 de diciembre, cuando se celebra el Día del Profesor Universitario, el rector de la Universidad Experimental Nacional del Táchira (UNET), Raúl Casanova Ostos, expresó que la formación se ha convertido en un altruismo académico jamás visto en la historia de la universidad venezolana, por cuanto muchos de los profesores vienen realizando el trabajo de manera voluntaria exponiendo hasta su vida, su seguridad social y su familia.
Anggy Polanco // Corresponsalía La Patilla
Desde 1958, cada 5 de diciembre se celebra el Día del Profesor Universitario, fecha en la que fue promulgada de la Ley de Universidades, pero en la actualidad no constituye una fecha de celebración para los académicos, debido a los bajos sueldos y salarios que afectan a toda la comunidad universitaria.
“Es un día para agradecer por los maestros que se mantienen firmes en cumplir con sus responsabilidades, en el tema de formación académica y generación de conocimientos”, dijo el rector.
Destacó que los profesores universitarios del Táchira deben buscar trabajos alternos, fuera de los horarios de la universidad, a fin de costear una canasta básica para su hogar.
Por eso en este día, el rector de la UNET exigió al Estado venezolano respeto por la autonomía universitaria, que es un baluarte que está contemplado en la Constitución de la República de Venezuela y en la Ley de Universidades, y que se cumpla con todo lo establecido para las casas de estudios.
“El tema del bono vacacional nos los han violentado y queremos que nos lo restituyan de nuevo”, dijo Casanova Ostos.
Lesbi Carolina Casanova Delgado, presidenta encargada de la Asociación de Profesores de la UNET, coincidió en que no tienen motivos para celebrar, por lo que reciben el día bastante triste, porque ahora recuerdan los años dorados cuando eran felices y no lo sabían.
Relató que en este momento están siendo muy afectados por el instructivo Onapre que les quitó más del 50% del sueldo, más del 50% del bono vacacional y de aguinaldos, además afectó los recursos que ya tenían y perjudica a las cajas de ahorro e institutos de previsión, porque el gobierno tiene más de un año sin depositarles.
“Somos un voluntariado para un servicio que estamos dando, no por el dinero”, comentó, ya que el sueldo que recibía un profesor en marzo, de 120 dólares, se convirtió hoy en 50 dólares.
Carolina Casanova vislumbra más renuncias de profesores académicos, porque ya los académicos no pueden sostener sus hogares, mientras que los que tienen más de 20 años de servicio esperan por jubilarse.
Josefina Balbo, docente titular, dijo que después de estar jubilada, decidió volver a la UNET, donde lleva más de 30 años de servicio. Manifestó que hacer academia en estos tiempos es un reto para los profesores universitarios, con salarios deficientes, pero con mucho espíritu, ánimo, compromiso y responsabilidad, ya que decidieron quedarse en el país y seguir luchando.
Balbo regresó a la casa de estudios para seguir enseñando la materia Competencias Investigativas en pregrado y postgrado, puesto siente esa responsabilidad con la universidad justo cuando hay déficit de profesores y aún existen estudiantes con el ánimo de aprender.