En una amenaza latente viven los vecinos de la calle 7 y 8 con carrera 1 y 2, sector Santa Eduvigis de Táriba, municipio Cárdenas del Táchira, por la ruptura de tuberías de las cloacas y constantes fugas en el acueducto de aguas blancas, que han debilitado los suelos arcillosos que caracterizan la zona.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
Pastor Torres, técnico superior en Topografía y vecino de la zona afectada, dijo que los suelos de esta comunidad han comenzado a ablandarse y moverse, pues gran parte de los barrios del municipio Cárdenas como El Hiranzo, Diamante, Santa Eduvigis, Monseñor Briceño, Toico y Zorca, poseen suelos arcillosos.
La humedad constante por los daños en las tuberías, ubicadas en la esquina de la calle 7 y 8, donde colapsó parte de la torrentera, está ocasionando que una vivienda esté a punto de caerse.
Hay que mencionar que el canal está tapado por falta de mantenimiento, lo cual también afecta a la mencionada vivienda.
“Hay desidia por parte de los habitantes y también del Gobierno, aquí no se escapa nadie”, expresó Torres.
El vecino decidió realizar un proyecto, tras varias inspecciones técnicas en las referidas calles, que consiste en crear un muro de gaviones, restituir la torrentera y limpiar el canal que se tapó por escombros, así como limpiar las tuberías que conectan desde donde finaliza el canal al río, a fin de que sea ejecutado por los organismos estatales.
La ruptura de tuberías causó un hueco en la calle 7, debido a que la tubería de concreto se rompió, comentó.
Los habitantes de este sector de Táriba piden a la Alcaldía de Cárdenas al menos la colaboración con el material que requieren para estas reparaciones, a fin de dar solución.
“Qué bueno es cuando a la casa de uno no le pasa nada, pero qué triste es cuando uno el afectado”, expuso Pastor Torres, quien además pide a los habitantes de la zona que acompañen la solución de los problemas que les aquejan y exijan en conjunto el apoyo a la Alcaldía de Cárdenas.
Jorge Quintero, habitante del sector, dijo que las aguas servidas corren libremente por la zona, y documentó los daños con fotografías que envío a La Patilla.