Se había postulado que una zona de Brasil ya estaba habitada hace más de 32.000 años. Ahora, una revisión realizada por un arqueólogo y un paleontólogo del Conicet de Argentina encontró pruebas que lo desmienten
El origen de los seres humanos ocurrió en África, y desde allí hubo una dispersión hacia Asia, Europa, Oceanía, y por último hacia América. Por supuesto, no lo descubrió Cristóbal Colón sino que América estaba habitada por comunidades de la especie Homo sapiens desde miles de años antes que se desplazaron hacia el Sur del continente. Cuándo y cómo fue el poblamiento exactamente en Sudamérica todavía está en debate.
Por Infobae
Tiempo atrás se informó que en Brasil existen yacimientos arqueológicos con herramientas de piedras que son las huellas de humanos que habitaron en la zona hace más de 32.000 años. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por los científicos del Conicet de Argentina y hermanos Agustín y Federico Agnolín, puso en duda que esas herramientas hayan sido realizadas por humanos.
Son “artefactos” que fueron usados por los antepasados de los monos capuchinos, postularon los investigadores en un trabajo publicado en la revista The Holocene.
El poblamiento americano es uno de los temas más calientes de la arqueología. Durante mucho tiempo predominaron tres grupos de teorías acerca de la antigüedad de los primeros grupos humanos que arribaron al continente americano. Una de las teorías se conoce como “Clovis, Los Primeros”, y ha propuesto un poblamiento tardío de América, alrededor de 11.500 años atrás, según contaron en el libro Vivir en la Patagonia, una historia antigua, de Enrique Terranova, Laura Miotti, y otros autores, publicado con apoyo de Fundación de Historia Natural Felix de Ázara.
Otra teoría, conocida como “Pre-Clovis”, plantea una ocupación previa. Por último, el tercer grupo, proponía un poblamiento aún más antiguo del Nuevo Mundo, anterior a los 20.000 años. En ese contexto de debate, un grupo de especialistas que trabaja en Brasil postuló años atrás que el poblamiento americano habría sido mucho más antiguo, posiblemente entre los 20 mil y 50 mil años antes del presente. Señalaron que las herramientas de piedra halladas en la cueva “Pedra Furada” y otros sitios del Noreste de Brasil son de origen humano.
Pero hubo estudios recientes en Brasil que sugieren que los monos capuchinos son también capaces de fabricar y usar un gran número de herramientas de piedra. Pueden utilizar diversas herramientas de piedra y vegetales en actividades más variadas que cualquier otro primate no humano conocido, incluidos los chimpancés.
Agustín Agnolin es arqueólogo e investigador de lnstituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. Su hermano Federico es paleontólogo e investigador del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia y de la Fundación Azara en Buenos Aires.
“Nos llevamos bien como hermanos y siempre comentamos papers. Entre otros, años atrás hablamos sobre las herramientas que hacen los monos capuchinos”, recordó el arqueólogo en diálogo con Infobae. En 2017, hubo un artículo del científico Stuart Fiedel, de los Estados Unidos, en la revista PaleoAmerica en el que se preguntaba si las herramientas encontradas en Brasil podrían haber sido fabricadas por los monos.
Los hermanos Agnolin se pusieron a revisar todos los estudios publicados. “Postulamos que las herramientas de Pedra Furada y otros sitios cercanos de Brasil fueron el producto realizado por monos capuchinos para quebrar nueces y rocas hace unos 50 mil años.
“Hemos detectado que no hay diferencia entre las supuestas herramientas humanas de hace 50 mil años de antigüedad y las producidas por los monos en la actualidad”, agregó.
Los monos capuchinos se suelen acercar a canteras de rocas redondeadas, conocidas como “canto rodado”. Seleccionan rocas para cascar nueces o para excavar y conseguir alimentos. También golpean una roca con otra y luego lamen el polvillo que se genera tras los golpes, posiblemente como una manera de obtener minerales que son poco comunes en su dieta”, afirmó.
Las herramientas que se han encontrado en Pedra Furada y otros sitios del Noreste de Brasil consisten en guijarros fracturados, yunques, martillos y fragmentos de roca con sus bordes mellados. “Todas estas características son indistinguibles de las herramientas hoy en día utilizadas por monos capuchinos”, sostuvo el investigador.
Por otra parte, los yacimientos de Brasil no tiene restos de fogones o restos de la alimentación que contribuyan a fundamentar la hipótesis de la presencia humana hace más de 20.000 años.
“Nuestra revisión de la evidencia plantea que los antiguos yacimientos de Brasil en realidad no pertenecen a los primeros pobladores de Sudamérica. En realidad son el producto de la actividad de monos. Esto pone en duda las hipótesis que proponían un poblamiento excesivamente antiguo de América del Sur”, aclaró el paleontólogo Federico Agnolín.
“El poblamiento humano en esta parte del continente americano podría haber sido más reciente y está en sintonía con los estudios que determinan su llegada hace unos 14 mil años”, agregó.
La científica Laura Miotti -investigadora superior del Conicet y jefa de la división arqueología del Museo de La Plata que se especializa en el tema del poblamiento americano-, coincide con que las pruebas que se han presentado para defender una ocupación humana en Pedra Furada y otros sitios de Brasil también habrían sido -en realidad- usadas por los antepasados de los monos capuchinos actuales.
Aunque Miotti, en diálogo con Infobae, sostuvo que no eran “herramientas” fabricadas por los monos. “En esa zona de Brasil, hay cantos rodados. Se golpean nueces y entonces los guijarros se parten y parecen herramientas de piedra. Las compararon con los instrumentos hallados y atribuidos a los humanos y son idénticos. Esa tecnología de guijarros se mantuvo igual desde 40.000 a 12.000 años. Es posible que sean objetos generados por los monos y no por humanos”.
La investigadora agregó: “Lo que demuestra la práctica de los monos capuchinos con los cantos rodados es que hasta el día de hoy no han cambiado nada la tecnología. Los monos siguen -como hace 40.000 años atrás- rompiendo nueces y generando ´pseudo instrumentos´ de piedra que quedan desparramados. Esa falta de cambio tecnológico no puede ser aplicada a los humanos ya que a partir de los 14.000 o 12.000 años las tecnologías líticas de esa zona de Brasil sí se transforman constantemente. Entonces, es importante preguntarse ¿por qué no cambiaron entre los 40.000 y los 14.000 años anteriores? Considero que la ocupación humana en el Noreste de Brasil tiene altas chances de haber comenzado hace unos 14.000 años en base a diferentes evidencias disponibles”.