El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, ordenó este jueves la paralización de las operaciones en el país del gigante canadiense del cobre First Quantum Minerals, que explota la mayor mina de América Central en el Caribe panameño.
“He decidido […] instruir al ministro de Comercio para que se ejecute un plan de preservación y gestión segura, es decir, [solo] cuidado y mantenimiento en el proyecto Cobre Panamá”, dijo Cortizo en un mensaje por televisión.
Esta decisión del mandatario, respaldada por su Consejo de Ministros, implica la suspensión de las operaciones en el país de una compañía que aporta el 75% de las exportaciones y el 4% del PIB de Panamá.
Cortizo afirmó que Minera Panamá, la filial de First Quantum, “no ha cumplido los compromisos” de suscribir a más tardar este miércoles un nuevo contrato de concesión que elevaría a 375 millones de dólares anuales el monto de las regalías, 10 veces más que en el convenio anterior.
“Eso no es aceptable para mí como presidente, tampoco para el gobierno ni para el pueblo panameño”, añadió el presidente socialdemócrata.
La empresa canadiense ha invertido en Panamá más de 10.000 millones de dólares en movimientos de tierra, construcción de edificios para alojar a sus 7.200 empleados, compra de maquinaria pesada, una central eléctrica, un puerto para buques mercantes de gran calado, caminos de acceso, reforestación y programas de ayuda a las comunidades.
La mina, descubierta en 1968, está en la costa del Caribe, a 240 km por carretera de la capital y produce desde febrero de 2019 unas 300.000 toneladas de concentrado de cobre al año, que se exporta desde el Puerto Punta Rincón, contiguo al yacimiento.
El gerente de la compañía en Panamá, el británico Keith Green, no reaccionó de inmediato al anuncio del presidente.
La semana pasada, Green había dicho a la AFP que su compañía tenía “la intención de llegar a un acuerdo” con el gobierno panameño, pero admitió que “la negociación está un poco trabada”.
AFP