Hace años, con distintos nombres, ha avanzado la construcción de una alternativa política conjunta que sirva, especialmente en elecciones, para enfrentar los despropósitos generados por el régimen para sostenerse en el poder. A la par de nombres corporativos han pasado varias caras respetables al frente de esos organismos. Hoy tenemos la Plataforma Unitaria Democrática.
Es eso: una plataforma de uniones en la diversidad. Ningún partido o líder capitaliza al instante el interés de todos los opositores en Venezuela. Lo señalan las encuestas. Lo indica la realidad palpable. Resulta obvio que conjuntando esfuerzos con pocos propósitos enormes es más fácil cualquier avance contra el despotismo instaurado en Miraflores. Debemos reconocer la rectificación de algunos errores. Por ejemplo, ya no es un mero grupito de tres o cuatro partidos; le han dado cabida a más agrupaciones para la discusión y el accionar. Se trazaron un propósito no tan fácil de resolver: elección primaria como instrumento para definir la candidatura opositora.
La lucha no es nada sencilla en este instante. El distanciamiento tradicional creado entre algunos partidos y la ciudadanía ha generado, ayudado por el discurso oficial del régimen, una animadversión a todo lo que a política refiera. Plantarse con una primaria para debilitar más al régimen impopular encontrará sus escollos en todo el camino. El primero y más importante es el mismo régimen. Ese que ha ido acabando con cualquier libertad de expresión, de opinión, cerrando medios a granel. De algún otro modo querrá intervenir para cerrar el paso. Directa o indirectamente. Hay que andar siempre alertas al respecto.
Si algo debemos reconocer a la Plataforma ha sido su entereza para no pactar con los diseminados amigos políticos del régimen, con quienes le hacen el trabajo de camuflaje y se hacen pasar por opositores con diversas tonalidades coloridas. Esos que toda la ciudadanía sabe que se han vendido y capitalizan no solo políticamente los intereses del patrón instalado en Miraflores o en Fuerte Tiuna. Los llamados alacranes.
La selección de la Comisión Nacional de Primarias ha sido un acierto extraordinario. Tanto que se han venido reuniendo con opositores y no opositores, ya han presentado un primer balance y continúan perfilando la concreción de su única actividad central: elegir candidatura unitaria opositora.
¿Existe escepticismo? ¿Como iba a faltar? Lo hay y muy arraigado. Pero los avances políticos internos y externos harán que crezca el interés y el respaldo ciudadano. Sortear las dificultades más elementales ahora parece indudablemente cuesta arriba, pero ahí van con pie firme, con nombres gallardos, con trayectoria. Por lo pronto, cualquier otra opción diversa a la electoral está descartada. Así que al régimen del terror tampoco le conviene cerrar el paso a las opciones que le impedirían limpiar en algo su automagullada imagen internacional. También el está entrampado. Quien se salga de la unidad saldrá de la dimensión confrontadora. Saldrá de la polarización indubitable del régimen contra quienes aspiramos democracia, libertad e institucionalidad. Hoy celebro a la Plataforma y sus giros en busca de concretar seriamente los propósitos unitarios.