Con un rostro tosco, un porte elegante y el conocimiento de una persona culta, con el que podía convencer a cualquiera, un hombre vendió la Torre Eiffel en París durante el siglo XX.
Por El Tiempo
Se trataba de Victor Lusting, un joven del imperio Austrohúngaro, quien días previos a la Primera Guerra Mundial (1914-1918) viajaba en los transatlánticos que recorrían los mares de toda Europa.
Gracias a que hablaba inglés, alemán, francés e italiano, podía interactuar con los extranjeros ricos que conocía por el mundo y jugar póquer con ellos.
Su habilidad en el póquer fue tan grande, que a veces ganaba y otras fingía perder. Para lograrlo, entraba en confianza con sus amigos ricos, los invitaba a cenar y, cuando estaban borrachos, los robaba.
Sus inicios en el mundo de la estafa
A lo largo de su vida, hurtó a muchas personas que conoció en sus viajes, tanto así que se convirtió en el estafador más famoso por aquellos años, según los registros de la época.
Este hombre nació el 4 de enero de 1890 en Hostinné, actual República Checa, bajo el seno de una pobre familia campesina.
No obstante, su carencia económica no fue un impedimento para que aprendiera francés y alemán, ya que era muy inteligente, una cualidad por la que no requeriría de estudiar en las aulas de clase. Por el contrario, disfrutaba de su tiempo libre robando y departiendo con mujeres, como lo reseñó el portal ‘History of Yesterday’.
A medida que fue creciendo, Victor fue perfeccionando su carrera como ladrón, de tal manera que su poder de convencimiento hacía sentir culpables a sus víctimas.
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