Anne Tropeano plancha la ropa bien temprano, sabe que tiene por delante un día ajetreado. Saca del clóset un alba blanca sin estrenar, una estola y una casulla con bordados celestes y terminaciones de hilos dorados.
Por: BBC
En el calendario que cuelga de la pared, escribió hace tiempo con marcador rojo: “Día de la ordenación”.
También se ocupa de hacer llamados para coordinar el operativo de seguridad privada que ha contratado para la iglesia porque anticipa que puede haber alguna manifestación hostil.
“Es un asunto que genera tensión, no todo el mundo está abierto siquiera a considerar la posibilidad de que las mujeres sean ordenadas al sacerdocio católico”, dice Tropeano, y apura el paso de los preparativos.
No solo le preocupa la hostilidad de algún vecino de Albuquerque, la ciudad donde vive, en el estado de Nuevo México, Estados Unidos. Desde que publicó en internet que planeaba volverse sacerdote católica, dice que ha experimentado niveles “asombrosos” de acoso y matoneo por las redes.
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