A días de cumplir 79 años, el emblemático cantautor catalán concluye la gira “El vicio de cantar”, con la que recorrió América y España durante este año.
Por infobae.com
“Vengo a despedirme de los escenarios, no de la gente, ni del país y los amigos”, dijo Joan Manuel Serrat a principios de noviembre. Anunciaba que con su gira El vicio de cantar dejaba los escenarios. En esa conferencia en el Teatro Astros, todos preguntaban si era verdad que era el final. Él sonreía con serenidad y decía que sí, que era hora de concluir con esa larga y emocionante carrera de músico. “Escogí la música en lugar de la universidad. No pensé que duraría hasta hoy”.
La gira empezó el 27 de abril en el Beacon Theatre de Nueva York y siguió luego por Miami, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Costa Rica, España, Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Serrat ha agotado entradas a gran velocidad y ha visto redoblar fechas, hasta llegar a las cifra final: 74 conciertos entre América y España.
Mañana será el último concierto de la gira. Será en su Barcelona natal la gran fiesta de despedida, el último concierto de una gira que duró ocho meses. A días de cumplir los 79 años, pues su aniversario es el 27 de diciembre, Serrat cierra su carrera en la misma ciudad donde la empezó hace ya 58 años, en 1965, con poca vocación de nostalgia y mucho ánimo de fiesta, porque el cantautor barcelonés ha pedido a sus seguidores que lo despidan con alegría.
Cantautor, compositor, actor, escritor, poeta y músico. Premiado con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. En su obra se palpan influencias de poetas como Mario Benedetti, Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Joan Salvat-Papasseit y León Felipe. También de géneros como el folklore catalán, la copla española, el tango, el bolero, el barroco y el cancionero popular latinoamericano.
La ciudad con más conciertos ha sido Buenos Aires, con cinco recitales muy emotivos en los que narró anécdotas de su larga relación con Argentina, algo que también ha hecho en otras muchas ciudades de Latinoamérica, su segunda casa. Y vuelve a la primera casa, donde si hace lo mismo que en las ocasiones anteriores, elegirá unas veinte de las setenta canciones de su repertorio.
“Mediterráneo”, “Lucía” o “Aquellas pequeñas cosas”, u otras como “Hoy puede ser un gran día”, “Para la libertad” o “Fiesta” estarán allí, lanzadas al público, para que sean cantados con desenfreno y emoción. “Se acabó, que el sol nos dice que llegó el final”, cantará esta noche El chico del Pueblo Seco, el Nano, Joan Manuel, como cantó siempre. Nunca supo que podría volverse literal. Quizás en el fondo siempre lo supo. Hoy es para siempre.