Santa Claus cuenta con ayudantes excepcionales que le apoyan en la tarea de repartir regalos a niños de todo el mundo entre la noche del 24 y 25 de diciembre.
Por as.com
Entre la noche del 24 y 25 de diciembre, Santa Claus tiene una ardua tarea: repartir regalos a millones de niños en todo el mundo. Para llegar a tiempo a todos los hogares, cuenta con colaboración de unos ayudantes excepcionales que tiran de su trineo mágina y permiten que llegue a todas partes en tiempo y hora para que nadie se quede sin su presente de Navidad. Pero, ¿quiénes son esos ayudantes?
Los renos son los ayudantes que están al servicio de Santa Claus. Nueve animales que tiran de su trineo mágico y convierten esta jornada en una de las más mágicas del año donde la ilusión empapa a grandes y pequeños. Eso sí, al principio solo eran ocho, tal y como refleja el poema ‘A visit from St Nicholas’. Todo cambió en el año 1939 cuando se publicó ‘Christmas Story’ de Robert L. May donde se estableció que a los ocho renos se le sumaba uno más; uno con la nariz roja que se convertía en el líder indiscutible de la manada y guiaba el trineo mágico.
¿Cómo se llaman?
Rudolph es el ayudante más mediático de Santa Claus ya que es conocido en todos los rincones del mundo gracias a su característica nariz roja. Justo detrás, en el lado izquierdo, se sitúa Dasher que significa brioso. A su derecha, Dancer. En la fila de detrás del trineo mágico está Vixen y a su vera, Prancer. Detrás de estos dos, Cupido, que tiene el nombre del dios del amor, y Comet. Los últimos renos son Blitzen y Donner.
A modo de curiosidad hay que destacar que los ayudantes de Papá Noel son hembras, a diferencia de lo que siempre se pensó sobre el sexo de los renos más famosos de la Navidad. Así lo confirma un estudio de biólogos estonios. El hecho de que conserven su cornamenta en diciembre, lo confirma ya que los machos tienden a perderla en noviembre y las hembras la conservan hasta enero para proteger a sus crías del ataque de los depredadores.
El sonido de Papá Noel
Papá Noel suele ser de lo más sigiloso a la hora de acceder a todos los hogares para dejar los regalos de los más pequeños y no despertarlos durante su gran hazaña. Eso sí, a veces se sirve de su inseparable campana para anunciar su llegada o bien opta por su sonido más característico, el ‘ho ho ho’, que tanto repetimos todos al llegar estas fechas tan señaladas.