En campamentos improvisados y refugios pasaron la fría madrugada del viernes cientos de migrantes que lograron cruzar desde Ciudad Juárez, México, hacia Estados Unidos. El ciclón bomba que afecta el país norteño provocó que se registraran temperaturas de hasta -9 grados Celsius, según el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) de El Paso, Texas.
Por VOA
José Miguel Alegría, migrante venezolano, logró conseguir hospedaje en el albergue habilitado por la Iglesia Sagrado Corazón, donde aseguró que habían 250 personas entre niños, mujeres y hombres. “Nos vinieron a buscar acá porque ellos sabían que la ola de frío que venía era bastante fuerte. Nosotros no estamos acostumbrados a esto y me afectó bastante”, dijo a la Voz de América.
Otros migrantes no lograron encontrar un refugio con capacidad para quedarse durante la noche, por lo que se vieron obligados a estar en la calle.
“A nosotros nos dejaron aquí como que no somos seres humanos. La noche fue fuerte, no hallaba con qué arroparme y cuando llega alguien me pongo a ayudar para tratar de calentar el cuerpo, entretenerme, si me quedo quieto el frío no lo voy a soportar”, contó a la VOA Anthony Barreto, quien llegó a El Paso en la noche del pasado domingo, “como todos, por el hueco”, precisó.
Richard Daniel Vázquez de 22 años llegó a El Paso hace un día y su primera noche la tuvo que pasar en una acera junto a otros migrantes. “Pasé mucho frío porque tenía la ropa mojada. Yo pasé por el río y me estaba dando hipotermia, no me podía controlar”, dijo. También aseguró que intentó buscar un refugio, pero no tuvo éxito.
En medio del gélido clima, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) enfatizó que las fronteras de EEUU no están abiertas para los migrantes. “Las condiciones climáticas bajarán las temperaturas a niveles peligrosos esta semana. Es una situación peligrosa, no arriesgue su vida”, escribieron en su página oficial.
Ciudadanos de El Paso decidieron acercarse a los migrantes con suministros como comida, chocolate caliente y ropa, motivados por la realidad que pasan estas personas al llegar a EEUU.
“Somos una familia que queríamos hacer algo por nuestra gente. El día de hoy que está haciendo tanto frío, queríamos hacer un poquito para ayudarles. Nos dijeron que trajéramos burritos, sodas, leche y calcetines”, explicó a la VOA Blanca García, residente del área, quien se encontraba en un campamento improvisado de migrantes.
Los motiva, según dijo, que “todos somos humanos y entendemos que están pasando por situaciones muy difíciles. Están buscando una mejor situación”.
Al otro lado de la frontera en Ciudad Juárez, México, autoridades se acercaron a los migrantes que permanecían junto al río Grande esperando para cruzar hacia EEUU, para alertarles sobre los riesgos de este ciclón bomba.
“Yo no les puedo vulnerar su derecho a estar aquí (en la frontera) como adultos, pero no podemos tener a ningún niño aquí, los ponemos en peligro incluso de morir de hipotermia. Ellos (los migrantes) están poniendo de su parte porque efectivamente quieren proteger a sus hijos”, dijo a la VOA Jesús Rodolfo Villa Rivera, subprocurador de protección de menores de Ciudad Juárez.
El oficial gubernamental aseguró que tienen disponible en la subprocuraduría junto a la Secretaría de Salud Estatal servicios de salud para menores de edad que estén enfermos.