En entrevista a dos psicólogas para analizar el comportamiento de la estrella. Tras liberarse de la supervisión restrictiva de toda su vida, ahora muestra orgullosa su cuerpo trabajado en el gimnasio, pero sus poses sin ropa han generado críticas hasta de sus hijos.
Por infobae.com
El nombre de La Princesa del Pop es un sinónimo de éxito, música, cultura pop y controversia. Desde que el movimiento #FreeBritney le devolvió a Spears la libertad de la tutela que su padre tuvo sobre ella durante 13 años, la cantante ha experimentado por primera vez el manejo de las redes sociales sin supervisión, permitiéndole subir fotos y videos mostrando su cuerpo y vida al desnudo.
Vacaciones a diferentes playas paradisíacas de Latinoamérica o su misma residencia en Estados Unidos han sido el escenario por excelencia para la también actriz rete cualquier tipo de censura en Instagram, pues lo “subido de tono” es una de las cosas que no permite dicha red social por temas de políticas sobre “convivencia respetuosa entre los usuarios”.
Sin embargo, ese no ha sido el único conflicto al que se ha enfrentado, pues la crítica social ha dividido al público en dos bandos: los “es libre de su cuerpo” y los detractores con “existen espacios y eres una figura pública”. A pesar, de ello ella continúa subiendo contenido íntimo, aún cuando también eso le ha provocado un distanciamiento con sus hijos, Sean Preston y Jayden, e incluso la reacción de su actual esposo, Sam Asghari.
El posible origen que ha detonado su búsqueda de libertad
Aunque debutó en la industria siendo una “niña Disney”, en 1998 la hija de Lynne y Jamie, deslumbró al mundo del espectáculo a nivel internacional. Su tema Baby One More Time se convirtió en número uno en las listas de popularidad más importantes, llegó la fama y por supuesto, los millones de seguidores y ganancias económicas. La cantante desde entonces cayó entonces en varios episodios escandalosos, que se prolongaron en el tiempo.
El año 2007 es considerado para La Princesa del Pop como el peor año en la vida personal y profesional de Britney Spears, a pesar de que en ese momento se estrenó Blackout, señalado por muchos como su mejor disco y una “biblia” en la cultura pop, pero el contexto detrás de ello solo fue el inició de una historia que en sus propias palabras describe como una “pesadilla”.
El 16 de febrero de 2007 fue el día en el que la cantante, abrumada constantemente por los medios de comunicación, se rapó la cabeza por sí misma en una estética de Los Ángeles. Las imágenes daban la vuelta al mundo -algo que ahora sería considerado como viral- en apenas unas horas mientras todos se preguntaban por qué había llevado a cabo dicho espectáculo que se aderezaba con un bochornoso ataque a un grupo de paparazzi armada con una sombrilla.
Este episodio público en la vida de la intérprete de Oops!…I Did It Again, Gimme More y Pretty Girls -en colaboración con La Princesa del Rap, Iggy Azalea- es considerado por más de uno como un posible factor detonante en su actual postura y comportamiento, sin embargo no necesariamente fue así en su caso.
La fama, el asedio de los medios, los problemas con su esposo Kevin Federline, el escrutinio público al señalarla de ser mala madre y el control de sus padres, hicieron una vorágine de situaciones nada fáciles de lidiar al mismo tiempo, por lo que todo en suma pudo hacerla colapsar-
“Un determinante como tal, no. Son varias cosas, como siempre lo decimos los psicólogos. De entrada, un evento no es algo que se pueda considerar para decir si algo lo detonó o no, no se trata de que una sola cosa lo propicie. El hecho que ahora esté haciendo ese tipo de cosas es porque de cierta manera apenas está probando la libertad de que no podía ejercer en su pasado, haciendo hincapié a su etapa como adolescente”, expresó en entrevista para Infobae la psicóloga Gabriela Aranda Villanueva, licenciada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Idea similar que externó en redes sociales su actual esposo, Sam Asghari: “Britney es la única persona en el mundo que es acosada por publicar cosas como esta (desnudos totales). Personalmente, preferiría que nunca publicara esto, pero ¿quién soy yo para controlar a alguien que ha estado bajo el microscopio y ha sido controlada durante la mayor parte de su vida?”.
Bajo el panorama de la crítica virtual que recibe con cada publicación, agregó la importancia de entender, como fan o usuario, la delgada diferencia entre una vida personal y profesional, pues si bien Britney Spears es una figura globalmente conocida, cualquier toma de decisiones afecta ambas esferas de su vida.
“Se puede ejemplificar, no es lo mismo ver en redes sociales a mujeres y hombres que lleguen a subir fotos en traje de baño, en lencería y además a una persona considerada como una superestrella, pues ellos no son figura pública. Pero al final es una crítica que ellos están tomando sobre su cuerpo, que no deberían hacer. ¿Cómo?, ¿por qué venir a juzgar a otras personas sobre su cuerpo? Y bueno se podría decir, entonces qué pasa con las chavas ‘comunes’ que les pasa lo mismo. La respuesta sería la misma, pero con ella es a otra escala, sólo por ser una figura pública”, agregó.
Negligencia parental: 13 años de tutela por James Parnell Spears
El 30 de septiembre de 2021, Britney Spears consiguió su libertad tras 13 años sometida a una férrea tutela legal ejercida por su padre, James Jamie Spears. La sentencia judicial venía a refrendar lo que el movimiento #FreeBritney (Liberad a Britney) llevaba años denunciando: que Jamie había aprovechado el ingreso psiquiátrico de su hija, en 2008, para hacerse cargo de su vida y su fortuna, con una valoración al finalizar la tutela en 60 millones de dólares, y controlar obsesivamente cada aspecto de su existencia.
Este trasfondo también podría ser un referente directo por varias posturas que van desde el trato indiferente hacía ella por parte de su familia -en especial por su padre- hasta, incluso, el hecho de que la limitación o no de reglas afectaron profundamente su etapa adulta, pues ser considerado ante la ley como una persona “menor de edad” cuando físicamente sí lo era, es un gran detonante.
“La realidad es que siempre los primeros límites nos los dan nuestras figuras de amor. Y en este caso, su figura de amor que es el papá puede ser considerado como negligente en el trato hacia ella y en el contexto. Estamos en un mundo en donde la información y el acceso a redes sociales ya es muy fácil; debe haber controles parentales. Tiene que haber cierto control y saber qué es límite, aunque claro, los límites no nos gustan. Pero ellos y la disciplina a la larga son amor porque generan contención”, explicó la psicóloga Verónica Belén Rodríguez Hevia, formada en la Universidad Del Valle de México, en entrevista con Infobae.
La indiferencia también es un síntoma de violencia emocional y psicológica
“En este caso, la negligencia o la indiferencia ante este tipo de hechos, pues también es un tema complicado porque estamos hablando de una relación parental. Es hasta incluso violencia emocional, porque tal parece que el papá no le prestaba la suficiente atención, entonces la indiferencia también es un síntoma de violencia emocional y psicológica”, explicó la psicóloga Verónica Belén Rodríguez Hevia.
En una entrevista al Daily Mail, Jamie aseguró que la tutela “le salvó la vida” a su hija, y que sin ella no habría podido volver a ver a sus dos hijos tras su divorcio: “Para protegerla a ella y también a los niños, la tutela fue una gran herramienta. Sin eso, no creo que hubiera recuperado a los niños”, declaró.
Sin embargo, dicha situación generó que ahora ella inicie una vida que debió haber vivido años atrás, como su edad y desarrollo físico y mental corresponde a cualquier ser humano, algo por lo que debería ser considerado normal todo tipo de tropiezos o polémicas decisiones, como lo son el subir contenido íntimo a redes sociales, pero ser La Princesa del Pop la sociedad se lo reprocha.
“Ahora ella tiene las consecuencias de esa parte, que su figura que debió de haber sido su papá debió de haberle puesto límites, ponerle ciertas restricciones. Ya no tiene ese referente y lo ha tenido que ir generando, pero al ser una figura pública, pues esta vida y ese medio no se permite regenerar de la forma en la que lo tiene que hacer cada persona ‘normal’, el proceso para evolucionar para madurar, para razonar, pero al ser una figura pública está en constante movimiento. En constante agitación, vuelos, vidas, presentaciones, bajadas. No te permite tener el proceso como de estabilidad emocional, que normalmente se requeriría que decir no en este momento me doy un tiempo”, compartió.
¿Cómo pueden afectar las fotos íntimas de Britney Spears a sus hijos?
Cuando todo apuntaba a que su particular “pesadilla” había finalizado tras obtener el final de la tutela paterna y estabilizar su vida casándose con Sam Asghari, unos videos filtrados mostraban que la relación de la artista con sus hijos adolescentes, Sean Preston, de 16 años, y Jayden, de 15, no es tan buena como ella siempre ha defendido.
“Creo que mamá ha tenido problemas para prestarnos atención y mostrarnos el mismo amor y no creo que le haya mostrado lo suficiente a Preston y me siento muy mal por eso. Ambos hemos pasado por tanta presión en el pasado que este es nuestro lugar seguro ahora, para procesar todo el trauma emocional que hemos tenido… Va a tomar mucho tiempo y esfuerzo. Solo quiero que mejore mentalmente. Cuando mejore, realmente quiero volver a verla”, expresaron Preston y Jayden en entrevista para la cadena ITV.
En una última intervención de la psicóloga formada en la Universidad Del Valle de México, explicó una posible reacción que tendrían los menores, haciendo un principal hincapié en el hecho de que no son “niños”, sino adolescentes.
“Aunque ellos son menores de edad, no son unos pequeños de 3 o 5 años, son adolescentes. Están expuestos a los comentarios de los amigos, porque es una etapa en donde el nivel de socialización y sentimiento de pertenencia es muy importante para una adolescente y entonces existe la posibilidad de que no está nada padre que como hijo te recuerden o que te digan ‘Ya viste a tu mamá’, ‘Tu mamá está súper guapa’, lo que sea con otros términos que utilizan los chicos de esa edad”, finalizó.
Lo que es una realidad es que, en palabras de los fans y las dos especialistas entrevistadas por Infobae, existe algo con lo que definitivamente tendrán que lidiar los menores: “No se van a poder quitar el hecho de ser los hijos de Britney Spears”.