El número de civiles muertos en la provincia ucraniana de Jersón en las últimas 24 horas ha ascendido a 16, según informó el jefe de la administración militar regional, Yaroslav Yanushevich.
Un total de 64 personas resultaron heridas con distintos niveles de gravedad, agregó en una publicación en su canal de Telegram, un día después del ataque ruso contra el centro de la capital provincial que dejó al menos diez víctimas mortales.
“Los invasores bombardearon de forma masiva el centro de (la ciudad de) Jersón. Mataron a civiles, destruyeron edificios civiles. El fuego enemigo también alcanzó instalaciones industriales, centros médicos y de apartamentos”, escribió.
Entre los 16 muertos, Yanushevich no contó solamente a las personas que murieron directamente a consecuencia de los ataques de la artillería rusa, sino también a tres trabajadores de los Servicios de Emergencia del Estado que estaban realizando labores de desminado en el distrito de Berislav.
Según informó esta entidad a través de su cuenta de Facebook, los tres empleados perdieron la vida a causa de la explosión de una mina enemiga.
Gran parte del territorio de la región de Jersón, recuperada parcialmente por las fuerzas ucranianas a mediados de noviembre, está cubierta de minas colocadas por el Ejército ruso, de acuerdo con las autoridades regionales.
La ciudad de Jersón fue liberada por las tropas ucranianas el pasado 11 de noviembre, aunque parte de la región homónima, en la otra orilla del río Dnipro a su paso por esa urbe, permanece en manos del Ejército ruso.
Desde la orilla izquierda del río, los rusos, que mantienen ahí sus posiciones tras la retirada, lanzan continuos ataques sobre los ucranianos que volvieron a sus casas tras haber recuperado la zona.
EFE