Cuando Carsten Flemming Hansen, de 75 años, ingresó al Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca hace cinco años, no creía que lo suyo era tan grave. Los médicos lo revisaron y encontraron que el hombre tenía un aneurisma de aorta abdominal que requería una intervención urgente.
Por: Clarín
Pero había dos problemas: su avanzada edad y el estado de la arteria. No podía ser operado. Sólo le quedaban unas horas de vida.
Los médicos se lo informaron a él y a sus familiares. Carsten, con una feliz vida sobre sus espaldas y un camino recorrido en paz con los suyos y consigo mismo, no lloró ni se alteró. Miró profundamente a los que los rodeaban y pidió un deseo. El último antes de partir.
Lo que pidió antes de partir
No eran cosas descabelladas, pero las reglas del hospital las prohibían. Es que Carsten pidió fumar un cigarrillo mentolado, beber una copa de vino y mirar caer el atardecer. Tres cosas que en su rutina diaria le daban una enorme paz interior.
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