Para Julio Gil, Elvis Carrasquero, José Artega, Nainmelys Torrealba y el resto de sus compañeros de trabajo, sería una noche normal o, al menos, eso fue lo que creyeron. El transporte de la empresa para la que laboran realizó sus paradas habituales.
Pableysa Ostos // Corresponsalía lapatilla.com
Recogió al personal que entraría al primer turno de 11:00 de la noche a 7:00 de la mañana, en Briquetera de Venezuela (Briqven) y tomaron la ruta hacia la empresa. Pero cuando iban llegando a la redoma de Bauxilum, mejor conocida como redoma La Piña en Puerto Ordaz, chocaron contra un objeto contundente.
Estaban a tan solo 3,2 kilómetros, es decir, a menos de 6 minutos para llegar a su lugar de trabajo cuando tuvieron el accidente. El siniestro dejó lesionados al chofer del vehículo y a los trabajadores de Briqven Julio Gil, Elvis Carrasquero, José Artega y Nainmelys Torrealba.
El secretario general del sindicato Sutra Briqueteros, Isnaldo Rodríguez, explicó que el conductor perdió el control y chocó contra un poste.
“Vemos con preocupación que este tipo de accidentes estén ocurriendo, sabiendo lo que se ha suscitado durante las semanas con dos casos en Ferrominera, y ahora nosotros. Exhortamos a los delegados de prevención y de seguridad a que hagan su trabajo. No todo es producir. Hemos visto que la empresa ha sido negligente, ha tenido carencias en los implementos de seguridad y a estos transportes se le debería hacer el chequeo rutinario, no solamente estar de entra y sale”, recalcó Rodríguez.
El dirigente gremial recomendó que “deben hacerse los chequeos rutinarios a las unidades y a quienes los manejan para resguardar al trabajador”. Sobre el mencionado accidente señaló que “se sigue investigando para determinar si fue una falla mecánica o un error humano”.
Sin reportes oficiales
Pero la situación no es nueva. El pasado 13 de noviembre, unos trabajadores denunciaron la muerte de Julio César Barroso García de 57 años, quien trabajó por 34 años en el taller de vagones de la Gerencia de Ferrocarril de Ferrominera Orinoco, en Puerto Ordaz, estado Bolívar, al sur de Venezuela.
Y dos días después, hubo otro accidente laboral, registrado en la mina San Isidro de Ferrominera. La víctima fue identificada como Aquiles Mosiso, operador de jumbo en la empresa CREG, la cual es una contratista china.
Rubén González, coordinador de la Intersectorial de Trabajadores de Guayana (ITG), advirtió a Lapatilla.com que lamentablemente en las empresas básicas de Ciudad Guayana todos los trabajadores están ejecutando sus labores en una forma insegura.
“No se les garantizan las herramientas, los equipos y las normas de seguridad en el accionar de cada una de sus actividades. A los supervisores ya no les importa los puntos que son los procedimientos de trabajo seguro, y aparte de esto también los departamentos que están en cada una de estas empresas, que son de seguridad y prevención de accidentes, no cumplen su función: ya no investigan ni reportan ningún tipo de accidente. No supervisan lo que es la situación que tienen en cada una de las áreas de trabajo. No hacen las inspecciones de seguridad, ya no dan las charlas de inducción para preparar a los trabajadores, que se enfrentan en diferentes áreas, a los riesgos, lo que les pueda ocasionar un accidente”, ejemplifica González.
Según lo denunciado por los representantes sindicales desde junio de 2022, las empresas básicas del estado Bolívar no reportan los accidentes laborales que ocurren en las empresas.
Y eso fue confirmado el 15 de noviembre de 2022 durante una reunión con dirigentes sindicales y delegados de prevención de las empresas afiliadas a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). El director regional del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel), Daniel Alviárez, en la mencionada reunión admitió que los presidentes estatales no están informando a ese organismo sobre los accidentes que ocurren en las empresas básicas de Guayana.
“Estoy en comunicaciones con algunos presidentes de la CVG. Es obligatorio que reporten los accidentes laborales, porque no están cumpliendo. Hago énfasis en eso”, recalcó Alviárez.
El director regional resaltó que “no tenemos la facultad para obligar a la CVG a que activen al personal en el plan de contingencia. Hay cosas que se escapan de nuestras manos. Lamentablemente, las empresas básicas las tutela la CVG, no la tutelamos nosotros”.
Controles necesarios
González sostiene que no se ejerce ningún control, porque el accionar de ellos está alineado a lo que dicen los presidentes de las empresas y, por lo tanto, están allí como un departamento acéfalo sin ningún tipo de responsabilidad real de la función que deben de desempeñar.
“También tenemos lo que son los delegados de Inpsasel, que fueron elegidos por los trabajadores en cada una de sus áreas, para que ellos estuvieran pendientes de las actividades que hacen los trabajadores, y sobre esa base reportan también lo que son los sitios inseguros que puedan ocasionar accidentes, las operaciones inseguras y la redacción del informe respectivo de lo que no se debe hacer en algunas de las operaciones que se vienen haciendo”.
“Pero no solo ocurre en Ferrominera Orinoco. Está sucediendo en todas las empresas del holding de la CVG. Esto quiere decir que los delegados de Inpsasel cumplen un papel primordial en lo que es la seguridad y prevención de accidentes, pero lamentablemente tenemos que cada uno de estos delegados están en su gran mayoría desactivados, porque no le respetan la inamovilidad, su legitimidad, y los tienen fuera, desactivados de todas las empresas, sabiendo de antemano que ellos tienen la legitimidad para ejecutar sus funciones hasta tanto no hayan nueva elecciones, aparte de que gozan de inamovilidad laboral, pero eso tampoco lo respetan”, explicó.
No es la primera vez que la dirigencia denuncia los despidos a los que han sido expuestos los trabajadores, así como la persecución por denunciar la manera en la que están laborando.
“En Ferrominera Orinoco inhabilitaron a los delegados sindicales y nos despojaron de las instalaciones donde funcionamos. Es por eso que estos trabajadores están laborando totalmente desamparados de sus representantes, y todos los presidentes de estas empresas reciben el lineamiento de este sistema forajido, comunista, un régimen de destrucción, que ha acabado con la paz, los beneficios y la seguridad de los trabajadores”.
“Han creado delegados y sindicatos paralelos que solamente le hacen el juego al régimen, que dicen que producir es vencer, pero en esas condiciones como están laborando los trabajadores, producir no es vencer, es muerte y destrucción. Pero los trabajadores debido al chantaje, al terrorismo y a la persecución a la cual son sometidos en las diferentes áreas de trabajo, están presionados. Y quienes no se alinean a las órdenes políticas del sistema, son pasados al status de ´no requeridos´, y es por eso que muchos se sujetan y hasta arriesgan sus vidas para no perder el sustento para su familia”, sostuvo el sindicalista González.
Piden investigaciones
El pasado 14 de noviembre acudieron a la sede de la Fiscalía Superior, un grupo de empleados de Ferrominera Orinoco y otras industrias de Guayana, con la intención de presentar un documento en el que exigen investigar la muerte de Julio César Barroso García, que a la fecha sigue sin respuestas.
“Ferrominera ha desincorporado a trabajadores de algunas áreas, llevándolos a otras y eso es un riesgo. Sobre mi compañero fallecido, puedo decir que él pertenecía a la zona de vagones. Hace falta mantenimiento de las áreas y dispositivos mecánicos que permitan desacoplar ese equipo que estaba reparando ese trabajador en el momento del accidente”, dijo Ranfis Martínez, compañero y amigo Julio César.
Reiteraron lo mismo que denunciaron los familiares de Barroso: los trabajadores están laborando sin herramientas ni equipos adecuados, lo cual evidentemente pone en riesgo sus vidas.
Según estadísticas que maneja el delegado de prevención de Venalum, José Amézquita, en lo que va de 2022, unos 85 trabajadores han perdido la vida en accidentes laborales en esa compañía estatal, lo cual evidencia que de esta grave situación no se escapa ninguna de las empresas básicas que hacen vida en Ciudad Guayana.
“En los escritos que hemos introducido en los distintos organismos, advertimos que no hay que esperar a que ocurra un accidente fatal, y eso fue lo que ocurrió ayer. Y no ha habido más fallecidos en las plantas por la misericordia de Dios, porque las condiciones están dadas para que sigan ocurriendo accidentes fatales”, sumaron los dirigentes laborales.
Los sindicalistas agregaron: “Nuestros compañeros están muriendo de mengua, porque no tienen implementos de seguridad, no tienen transporte, no tienen las condiciones para laborar. Un trabajo que lo hacían cinco personas, ahora lo hacen dos y tres personas, porque tienen muchos trabajadores fuera de planta”.