Puso como ejemplo, la caída de producción en el Campo El Furrial, desde más de 400.000 barriles diarios a 40.000. Y el riesgo de no poder recuperar completamente el yacimiento. Por el abandono a la actividad de inyección de gas, que era realizada por contratistas privados, y ha sido reservado al Estado. Esta actividad como muchas otras, en materia petroleras, eran ejecutadas por el sector privado. Resaltó, el negativo impacto de la desaparición de empresas por la estatización de actividades de servicios privados petroleros.
Esta realidad parece no ser extensamente conocida, como soporte a la producción petrolera.
Hay una serie de actividades que mundialmente, las operadoras de hidrocarburos no realizan directamente, las ejecutan a través de contratistas especializados, por ser más eficientes y económicas.
Actividades tales como de geofísica, perforación de pozos, construcción de gasoductos y oleoductos. Construcción de plantas de inyección y bombeo, Tanques y refinerías, entre muchas son contratadas.
En el pasado la proporción era de 1 empleado de PDVSA por 3 de las empresas contratistas, PDVSA tenía una nómina de 45.000 empleados directos, frente a 140.000 del sector privado de servicios petroleros. Hoy PDVSA, tiene 150.000 empleados y el sector contratista muy pocos.
El impacto de las empresas de servicios a pozos, ingeniería, suplidores es de suma importancia. Son de origen nacional y crean riqueza localmente en las poblaciones cercanas a la actividad petrolera.
En materia de participación nacional se avanzó hasta altos porcentajes, hasta 90%, en construcción y en el resto sobre el 60%. Hoy, muchas de esas empresas han desaparecido.
Para aumentar la producción será imprescindible este tipo de empresas con las modalidades de contratación, que tuvieron éxito y hoy son inexistentes.
Expdte Cámara Petrolera, Consecomercio y Fedecamaras.
@eromeronava