Julio Castellanos: El municipio Libertador y el 2023

Julio Castellanos: El municipio Libertador y el 2023

En el último trimestre de 2022, en mi condición de Secretario General de AD “en resistencia” en el municipio Libertador (Carabobo), hice llegar al tren ejecutivo del gobierno nuestra preocupación por las dificultades presupuestarias que se vislumbran para este año. Fuimos ignorados porque la prioridad era el encendido de luces, la inauguración del “Café Libertador” y la pachanga decembrina, pues bien, ya llegó Enero y ojalá el alcalde Oscar Orsini tenga tiempo para atender lo que a nuestro juicio es la quiebra financiera del gobierno local.

Deben saber todos los ciudadanos que el presupuesto nacional de 2023 contempla, gracias a la creatividad contable de los diputados oficialistas, el recorte de hasta un 72% de los ingresos ordinarios que serían destinados por situado constitucional a las regiones y municipios. Para que se tenga una idea concreta de lo que eso significará basta con saber que, conforme al Presupuesto del Estado Carabobo 2023, el municipio Libertador recibirá por situado la cifra de Bs. 51.031,60 lo que representa, aproximadamente, unos 2900 dólares para todo el año. La generosidad de Nicolás Maduro siempre sorprende.

Ahora bien, esa caída de los ingresos vía situado, que también se vivió en 2022, condujo al municipio hacia la voracidad fiscal. El municipio incrementó las tasas y los impuestos, los indexó al Petro (o lo que es lo mismo, los dolarizó), aprobó créditos adicionales desde marzo del 2022 y aún así no pudo llenar agujero fiscal. Recurrir a la misma estrategia en 2023 es muy difícil porque pasaríamos de impuestos voraces a impuestos confiscatorios, los contribuyentes tendrán todos los incentivos para informalizarse, evadir o cerrar, pero no para invertir, producir o generar empleo. En esa disyuntiva nos encontramos, el municipio no tendrá recursos para funcionar y no los puede conseguir de los agotados bolsillos de los contribuyentes.





Pese a que lo hemos solicitado por múltiples vías, aún el alcalde Oscar Orsini no nos recibe en su despacho. Mucho podemos aportar desde AD, nuestros tres concejales suplentes y nuestra confiable voz pública podrían ofrecer alternativas y propuestas de solución. Pero no somos los únicos ignorados. Tenemos información de que algunas organizaciones internacionales han intentado reunirse con el alcalde para gestionar actividades de mitigación de la crisis humanitaria compleja en el municipio y tampoco han sido recibidos. Los comerciantes e industriales han expresado algo similar y hasta los transportistas indican que también se sienten ninguneados.

Pero no estamos aquí para reclamar errores pasados, aunque muy pesados sean para el aquí y el ahora. El municipio enfrentará el peor año económico y eso afectará a todos los ciudadanos cualquiera sean sus preferencias ideológicas. Consideramos urgente que se establezca un plan de acción que permita al municipio captar fondos, insumos y recursos internacionales que puedan compensar en algo el déficit, bien sea de organismos multilaterales como de organizaciones no gubernamentales y agencias de cooperación para el desarrollo de aquellas naciones con cuerpo diplomático acreditado en el país.

¿Qué puede impedir al alcalde de Libertador solicitar audiencia en la CAF (Banca de desarrollo de América Latina) o en el Banco Interamericano de Desarrollo si ambas instituciones tienen oficina en Caracas? ¿Qué puede impedir al alcalde establecer convenios de cooperación con la Cruz Roja o con la UNICEF para cogestionar la prestación de servicios de asistencia sanitaria para la población del municipio?. Si el alcalde es tímido, podemos acompañarlo a las reuniones y si a él le da pena decirle a todas esas organizaciones que el 70% del municipio no tiene agua potable por fallas en los sistemas de bombeo a nosotros no nos da pena, al contrario, estamos urgidos de darle respuesta a los vecinos sedientos.

El Concejo Municipal puede legislar y aprobar nuestros proyectos de ordenanza de Alianzas Público – Privadas, para lograr una cooperación significativa entre empresas y gobierno municipal para la prestación de servicios públicos con enfoque de mercado y que se evite de esa manera el colapso de la gestión. También podríamos proponer una ordenanza de compromiso cívico con los espacios públicos para que la falta de presupuesto no implique el deterioro del equipamiento urbano. Pero eso solo es posible si trabajamos juntos.

Nicolás Maduro no vendrá a Tocuyito para hacer las veces de alcalde (no creo que tampoco tal cosa fuese deseable). El municipio solo puede enfrentar la adversidad con la creatividad y voluntad de sus propios vecinos, pero necesita un alcalde que abra las puertas de su oficina. Por más competente que pueda ser el Director General, Orelbis Reyes, el alcalde es Oscar Orsini y es el quién puede tomar decisiones, preferiblemente, contando con una visión compartida de los retos del complicado contexto que se nos avecina.

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica