Gustavo Tarre Briceño: Cuatro años en la OEA

Gustavo Tarre Briceño: Cuatro años en la OEA

Hace cuatro años, en enero de 2019, Juan Guaidó, recién encargado de la Presidencia de Venezuela, me designó, con el apoyo de todos los diputados comprometidos con la democracia en la Asamblea Nacional, embajador y representante permanente de nuestro país ante la Organización de Estados Americanos. Fue el primero de muchos nombramientos de embajadores que realizó el gobierno interino.

El 5 de enero de 2023 entra en vigencia una reforma del Estatuto que Rige la Transición a la Democracia para Restablecer la Vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la que se estableció la eliminación del gobierno interino encabezado por Juan Guaidó Márquez. En el artículo 20 de este texto se indica que “todos los entes y funcionarios designados por la Presidencia Encargada quedan sin efecto a partir de la entrada en vigor de la presente ley”. De esta manera, cesa mi condición de embajador ante la OEA.





Al terminar mi misión, quiero agradecer a Juan Guaidó por haberme designado como representante permanente ante la OEA. Fue un honor y una gran responsabilidad la que me fue encomendada. Expreso al presidente interino mi respeto y mi admiración por el coraje y el temple demostrado en todos estos años. Igualmente agradezco el apoyo recibido de parte de la mayoría de la dirigencia política y social del país, con la que siempre procuré mantener comunicación y consulta con relación a las decisiones que me correspondió tomar.

Asimismo, expreso mi agradecimiento al reducido y muy valioso grupo de funcionarios que integraron conmigo la Misión de Venezuela en la OEA, por un estupendo trabajo desplegado en condiciones especialmente difíciles. Doy gracias también al embajador Carlos Vecchio y a su equipo por el apoyo que siempre nos prestaron y por el trabajo conjunto realizado.

Nuestra presencia en la OEA tuvo aciertos y errores, pero creo que sirvió para que la voz de la democracia venezolana estuviera siempre presente en los debates que se llevan a cabo en la Casa de las Américas. Informamos al continente sobre las violaciones infinitas de la legalidad, de los derechos humanos, de la libre expresión del pensamiento y el irrespeto a la voluntad real de nuestro pueblo. Denunciamos el desastre económico, social, ambiental y humanitario que vive Venezuela.

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