Cuando una célula sufre una mutación en un protooncogén -gen que en su estado normal regula el crecimiento y la división celulares- que se convierte en un oncogén, puede comenzar a transformarse en una célula tumoral.
Por: BBC
Si el sistema inmunitario detecta esa célula mutada y es capaz de eliminarla, o si la propia célula localiza el error y se suicida, no supondrá ninguna amenaza.
Pero si a esa mutación se suman otros cambios en el genoma de la célula que bloquean la apoptosis o suicidio celular, y le permiten pasar inadvertida para el sistema inmunitario, surgirá un cáncer.
Uno de los oncogenes que se encuentra frecuentemente mutado en varios tumores, incluyendo el cáncer de pulmón, colorrectal o de páncreas, es el KRAS (abreviación de oncogén homólogo al virus Kirsten de sarcoma de rata).
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