La capilla ardiente de Benedicto XVI, que murió el pasado sábado con 95 años, ha abierto por tercer día este miércoles a las siete de la mañana, después de que en la víspera se superaran todas las expectativas de afluencia.
Desde primeras horas de la mañana, ya miles de fieles esperaban a las puertas de la plaza de San Pedro para poder entrar en la basílica vaticana para honrar el cuerpo de Joseph Ratzinger, que yace sobre un catafalco de tela dorada a los pies del Altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini. El velatorio permanecerá abierto hasta las 19 horas y se sitúa en la nave central, encima de la que se considera la tumba de San Pedro.