Una notificación presentada este viernes en la web del condado de Osceola, en el centro de Florida, informa de una moción presentada por legisladores del estado para “aumentar la supervisión estatal, transparencia y revisar los poderes” que hasta el momento ha disfrutado el distrito especial que permite a Walt Disney World el autogobierno.
La moción, a la vista en la página web del citado condado, está en consonancia con la promulgación en 2022 de la ley aprobada por la Cámara Alta estatal que elimina el distrito especial de Reedy Creek, creado en 1967 y donde opera Disney.
Este distrito especial abarca unas 39 millas cuadradas (100 km.) y se asienta entre los condados de Osceola y Orange, en el centro del estado, y permite a Walt Disney World tener su propia policía, cuerpo de bomberos, servicios públicos, entre otros.
Se trata de un nuevo capítulo del pulso que el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, mantiene con Disney tras las críticas que la empresa hizo por la promulgación de la polémica ley conocida como “Don’t Say Gay” (“No digas gay”), que prohíbe a los maestros hablar a los alumnos más pequeños sobre cuestiones de orientación sexual y género.
En respuesta al aviso publicado por el condado de Osceola, DeSantis declaró que “el reino corporativo ha llegado a su fin” y que, según la legislación propuesta, “Disney ya no controlará su propio gobierno” sino que “vivirá bajo las mismas leyes que todos los demás”.
En ese contexto, Disney “será responsable de sus deudas pendientes y pagarán la parte que le corresponde de los impuestos”, según recogió el canal 2 WESH, de Orlando.
Además, la “imposición de una junta controlada por el estado garantizará que el condado de Orange no pueda usar este problema como pretexto para aumentar los impuestos a los residentes del Condado de Orange”.
La moción de la Legislatura de Florida relacionada con el distrito especial de Reedy Creek busca además “asegurar que las deudas y las obligaciones de bonos en poder del Distrito permanezcan con el Distrito y no se transfieran a otros gobiernos”.
Poco antes de la promulgación de la ley conocida como “No digas gay”, el presidente ejecutivo de Disney, Bob Chapek, anunció que la compañía cancelaba sus cuantiosos donativos políticos en Florida, lo que incluía al propio gobernador.
DeSantis acusó recibo y llegó a señalar que el pronunciamiento de Disney era “deshonesto” y había “cruzado la línea”.
Y en mayo pasado el gobernador republicano firmó vía exprés este proyecto de ley aprobado en la Legislatura que elimina el privilegio de gozar de autogobierno a Disney.
El Walt Disney World de Orlando contaba desde 1967 con un sistema de autogobierno que le permitió crecer hasta tener media docena de parques temáticos, un centro deportivo, un enorme centro comercial, 25 hoteles, su propia policía, cuerpo de bomberos y cerca de 80.000 empleados.
EFE