Franklin Piccone: Nadie con hambre ni enseña ni aprende. ¿Por qué protestar este 9 de enero de 2023?

Franklin Piccone: Nadie con hambre ni enseña ni aprende. ¿Por qué protestar este 9 de enero de 2023?

Este lunes 9 de enero comienza el segundo momento del año escolar y desde el MPPE no ha habido un solo informe del balance de lo que resultó el inicio del año escolar 2022-2023. Las cifras no oficiales en materia de deserción escolar resultan alarmantes. Las razones son multifactoriales, a saber: económicas (la mayoría de las veces), sociales y culturales -sí, educarse en este país ha dejado de ser la vía legítima para el ascenso social. Los jóvenes tienen una visión muy desvalorizada de la educación. No puede ser de otro modo ante un Estado que privilegia la lealtad política y la corrupción por encima del mérito, y la escuela venezolana no ha escapado a ello.

En otro punto, la infraestructura de las instituciones (nos referimos al servicio constante del agua, el estado de los baños, el número de pupitres, pizarrones, techos y salones adecuados) está en pésimas condiciones. Las Bricomiles, anunciadas el pasado mes de junio, para recuperar las instituciones del país resultaron otro gran fracaso. Asimismo, la burla de lo que son en materia nutricional los programas de alimentación escolar. Estos representan otro gran desestímulo para la permanencia escolar por razones obvias. Hasta el punto que, por la vía de los hechos, están suspendidos o más bien eliminados.

Nos preguntamos: ¿Qué educación recibe un estudiante que de nueve materias apenas recibe tres y aún así es promovido? ¿Qué formación percibe un joven cuando su docente no asiste dos veces a la semana por el coste del pasaje? ¿Qué docente en el mundo se mantiene con un salario por debajo de los 21$ -al 3 de enero- equivalentes a 0,71$ por día y a 0,13$ la hora de trabajo? Vale decir, hablamos de pobreza extrema de acuerdo a la clasificación que hace la OTI que estima en ese reglón menos de 1,90$ por día.





Así las cosas, el nudo crítico de la educación en Venezuela es, sin duda alguna, la falta de docentes y demás trabajadores de la educación. Nadie quiere en estas condiciones trabajar en la educación pública. Los pedagógicos e instituciones de educación hoy son un cementerio, lo que vaticina que en el futuro el problema será aún más grave. La infeliz respuesta del gobierno ha sido la resolución 42.505 decretada en Gaceta Oficial en noviembre del año pasado que contempla la reducción de la hora académica, para de esta manera, poder asignar más cursos a los docentes que sobreviven en el sistema, que en nada soluciona ese gran vacío. Al menos que coloquen dadores de clase sin formación ni vocación al estilo Chamba Juvenil.

¿Por qué protestaremos entonces padres, madres, vecinos, obreros, empleados, ciudadanos de a pie y maestros este 9 de enero? Definitivamente, por un mejor país. Para que no exista, como sucede, una violación al derecho a una educación de calidad (Art. 103 de la CBRV). Indiscutiblemente, por la mejora de las condiciones labores de la clase trabajadora en pleno (Art. 91 de la CBRV). Por el respeto a la contratación colectiva y la libertad sindical (Art. 95 de la CBRV). Por recuperar un sistema de educación que se mantiene por inercia ante la indiferencia gubernamental. Para oponernos de una vez por todas a este oscurantismo trasnochado que cree apagar las luces del conocimiento y la libertad.

Franklin Piccone Sanabria
Secretario Nacional de Educación de UNT