Tres semanas atrás, a lo largo y ancho de toda Argentina, al igual que en otros rincones del mundo, se formó una multitudinaria fiesta a medida que miles de hinchas tomaban las calles para celebrar un triunfo esperado por más de treinta años. Argentina, finalmente, fue Campeona del Mundo. Además de la alegría de ser responsable de semejante hecho histórico, para Lionel Messi se le sumó la importancia de que, después de mucho esfuerzo y sacrificio, cumplió el sueño más grande de su carrera. Por ende, decidió inmortalizar el suceso de una particular manera: con la bombilla del mate.
Por La Nacion
Ni las más de dos décadas viviendo en España ni su reciente mudanza a Francia pudieron sacarle el acento rosarino, las ganas de bailar cada vez que suena una buena cumbia o el amor absoluto por una milanesa a la napolitana con papas fritas. Y, mucho menos, lo alejaron de una de sus verdaderas pasiones: el mate.
Orgulloso de su técnica de cebado -con la yerba dividida por una “parecita”, por supuesto-, son raras las ocasiones en las que Messi no está con un equipo de mate. Como todo el que se digna de llamarse argentino, cuenta con varios mates, bombillas y termos, pero hay uno en especial que podría considerarse su favorito.
A pesar de que es un simple mate de calabaza, el detalle especial está en el borde. Allí, marcado en relieve, se pueden leer los nombres de sus tres hijos -Thiago, Mateo y Ciro-, frutos de su relación con Antonela Roccuzzo, el gran amor de su vida.
El mismo ya había dado de qué hablar, no obstante, en esta ocasión le sumó un detalle que generó un revuelo entre sus más de 416 millones de seguidores. En una de sus últimas Historias de Instagram, el 10 mostró el nuevo ítem que le sumó a su equipo: un especial guiño mundialista.