Con expectativas de lograr soluciones para la crisis humanitaria que se vive, Ciudad Juárez, uno de los principales cruces desde México a EE.UU., aguarda la visita este domingo del presidente estadounidense, Joe Biden, a la vecina El Paso (Texas), la primera del mandatario a la zona fronteriza
El presidente acudirá dos años después de asumir el poder a este lugar, en el límite entre México y Estados Unidos, donde una oleada masiva de indocumentados ha rebasado los albergues de la región.
“Yo pido al presidente de Estados Unidos que nos ayude rápido, mi esperanza es poder cruzar y tener un trabajo para ayudar a mi familia”, dijo a EFE Jessica Medina, originaria de El Salvador y quien se refugia en la mexicana Ciudad Juárez.
Ella vive en el albergue “La Casa del Migrante” desde hace 15 días, en su país de origen dejó a su madre y a su hijo y ahora trabaja en el área de cocina de dicho refugio, donde ayuda a preparar los alimentos de los demás huéspedes.
Otro caso es el de Jolymar del Valle, proveniente de Venezuela. “Para nosotros es bueno que venga el presidente Biden y vea la realidad que estamos viviendo”, aseguró.
Jolymar tiene dos meses en dicho refugio, donde está con su esposo y su hija de 3 años.
Dice que esperará el tiempo que sea necesario para poder cumplir el sueño americano: “Desde que empezó a bajar la economía en Venezuela, se incrementó la violencia y decidimos ir a Estados Unidos”.
La mujer, quien tenía un negocio relacionado con la construcción en su país de origen, señaló era víctima de extorsión, por lo que junto con su familia decidió emigrar hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
Erlys José Molina, esposo de Jolymar, señaló que es positiva la visita de Biden a la frontera, ya que es importante que vea la realidad que viven. “Hay mucho compatriota allá (en Venezuela) y viven (en el) frío, necesitan ayuda. Nosotros hicimos 5 meses de viaje y no fue fácil, fue duro”, agregó.
Él es técnico electromecánico y en el albergue trabaja en labor social mientras arregla su situación migratoria.
“Es importante que el presidente estudie cada caso, por personas como algunos venezolanos que son delincuentes todos la llevamos, hay quienes sí queremos trabajar”, apuntó.
ALBERGUES SATURADOS
Biden anunció el pasado jueves que Estados Unidos acogerá a 30.000 migrantes al mes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero deportará de inmediato a México al resto que llegue ilegalmente por vía terrestre.
Reportes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) indican que tan solo en noviembre pasado se registraron más de 53.000 detenciones, con agentes de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso.
La región vive un flujo migratorio récord con 2,76 millones de migrantes detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.
Según información de autoridades de Ciudad Juárez, en diciembre había un registro de 20.000 personas migrantes. Esta situación sigue poniendo en jaque al Gobierno mexicano, ya que los albergues se encuentran rebasados en su capacidad.
“Esta frontera está superada por la situación migratoria y una crisis es el silencio del Gobierno de México en este tema. Es importante que haya un diálogo entre ambos países, para tener legislaciones migratorias y así tener mejores condiciones para los refugiados”, declaró el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante.
Mencionó que Estados Unidos es una gran nación por su riqueza cultural, de gente de diferentes naciones.
“Si yo viera al presidente Biden, le diría que todo aquello que tiene en la mente lo ‘baje’ en el corazón y tome una decisión en materia migratoria de acuerdo a su consciencia”, refirió. EFE