“Nos llegamos a morir y ni siquiera para un cajón digno”, expresó la profesora Hilda Vivas durante la protesta de los educadores en el municipio Pedro María Ureña, en la frontera del Táchira este lunes #9Ene.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
La educadora relató que, aunque acuden a las aulas por vocación, esta vocación ya se le está acabando, porque deben llevar el sustento a los hogares y no pueden seguir viviendo de miserias, porque para eso estudiaron.
“¿Quién le quita el hambre a nuestros hijos?”, preguntó la maestra y exigió al régimen de Nicolás Maduro que firme el convenio de contratación colectiva.
Los educadores de la zona de frontera relataron que la situación económica para ellos es caótica, sobre todo en la localidad donde todos los servicios y productos se pagan en moneda extranjera.
Las protestas y marchas se reportaron desde los municipios Bolívar, Pedro María Ureña, Junín, Fernández Feo, García de Hevia, Seboruco, Jáuregui, entre otras jurisdicciones de la entidad.
El profesor Luis Cruz refirió que la primera responsabilidad que deben tener los docentes es con su rol padres, puesto que de ellos depende también brindar una buena educación a sus segundos hijos, que son los estudiantes.
Miguel Sayago, otro maestro de Ureña, manifestó que algunos voceros del régimen se han dedicado a apelar a la vocación y ética del docente, motivo por el cual cuestionó: “Es que es ético que las escuelas estén abandonadas, es que es ético que a los niños no les llegue el bulto escolar, es ético que no les llegue el PAE”.
En el municipio García de Hevia una enorme caravana de docentes se hizo sentir en exigencia de sueldos dignos y beneficios laborales.
