Varios hombres que se movilizaban en camionetas de alta gama llegaron el 31 de diciembre pasado a las instalaciones de la cárcel de máxima seguridad de La Picota, en Bogotá.
Por eltiempo.com
Supuestamente, todo estaba listo para que ese sábado se abrieran las puertas del penal y el capo del narcotráfico José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas, recuperara su libertad.
Semanas atrás, según lo pactado en los acercamientos con voceros del gobierno Petro, ya se habían movido de cárceles cinco poderosos capos ligados a la sanguinaria ‘oficina de Envigado’, a la estructura criminal de los ‘Pachelly’ y a un par de bandas de Cali.
En efecto, Juan Carlos Mesa Vallejo, alias Tom, pasó de La Picota a la cárcel de máxima seguridad La Paz, ubicada en Itagüí (Antioquia). Y EL TIEMPO también confirmó que otro recién llegado a ese penal es Alberto Antonio Henao Acevedo, alias Albert, señalado cabecilla de una de las redes de narcotráfico de la banda de ‘los Pachelly’, que delinque en el Valle de Aburrá.?
Douglas’, ¿en el limbo?
‘Tom’ controla el 65 por ciento de la ‘Oficina’, que incluye a tenebrosas bandas criminales como ‘e Mesa’, ‘la 12’, ‘los Chatas’ y hasta ‘los Triana’, que tienen injerencia incluso en Bogotá y Soacha.
La idea es que los alinee para que se avance en el sometimiento a la justicia que les está ofreciendo el gobierno Petro.
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?Ese mismo rol tienen otros capos reubicados, así como voceros que cargan en sus portafolios resoluciones expedidas por la Oficina del comisionado para la Paz, Danilo Rueda. Aunque estos documentos permanecen bajo reserva, EL TIEMPO tiene varios de ellos y reveló en exclusiva la resolución que se le entregó a Pedro Gilberto Niño Pardo para ese fin.
Se trata de un abogado barranquillero cercano a Juan Fernando Petro (hermano del presidente Gustavo Petro) que se convirtió en el hombre clave de los acercamientos con la Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), conocidas como ‘clan del Golfo’.
Niño, defensor de derechos humanos hace más de 20 años, fue quien tramitó el polémico ingreso a La Picota del hermano de Petro y de Danilo Rueda, el 8 de abril de 2022, en la antesala de las elecciones a la Presidencia.
La resolución que acredita a Niño como vocero de las Agc fue expedida el 28 de diciembre pasado y es la número 084, lo que significa que el comisionado Rueda ha firmado muchas más.
Una de ellas, la 029, del 15 de septiembre de 2022, habilita a otro abogado como facilitador, “para adelantar gestiones que permitan verificar la voluntad real de paz, sometimiento a la justicia y reinserción a la vida civil de grupos armados organizados”.
Fuentes enteradas le dijeron a este diario que se trata de uno de los asesores de confianza de alias Douglas y que la vigencia de la resolución venció el 15 de diciembre último.
Sin embargo, se sigue intentado que ‘Douglas’ sea nombrado gestor de paz en los próximos días y que salga de la cárcel, a pesar de que una condena por extorsión le impediría tener ese rol.
“Se había pedido libertad condicional para este cabecilla, que maneja el 35 por ciento de la criminalidad en el Valle de Aburrá. Pero el proceso por extorsión tiene trabado su caso”, le dijo a EL TIEMPO una fuente enterada.
Por ahora, ‘Douglas’ permanece recluido en el pabellón de extraditables de La Picota, aunque Estados Unidos no lo ha requerido.
Extradición y sedición
La situación de ‘Douglas’ tiene nerviosos a varios sectores de la mafia que lo esperaban de regreso a Medellín desde la primera semana de diciembre.
A ese limbo en el que está el capo se atribuyen algunos brotes de criminalidad que se registran en esa ciudad, a pesar de que los acercamientos con el ala de alias Tom ya arrancaron.
De hecho, para consolidar esa línea se expidió otra resolución en la cual se habilitó a otro abogado, quien aglutina la vocería de varias estructuras criminales.
A pesar de los avances, que se manejan bajo reserva, hay varias dudas en torno al proceso en la mafia, entre exparamilitares y entre disidentes de las Farc.
Por el lado de las organizaciones criminales, uno de los interrogantes es que inicialmente se les habló de acogimiento (en palabras del canciller Álvaro Leyva); y ahora se volvió a la figura del sometimiento a la justicia, que ya estaba previsto en la ley.
En este punto, capos de la talla de Marcos de Jesús Figueroa, alias Marquitos, están pidiendo desde mesas de paz instaladas en cárceles del país que se reviva la sedición. Dicha figura estaba contemplada en el artículo 71 de la Ley 975 de 2005, que permite la reincorporación individual y colectiva de miembros de grupos armados al margen de la ley.
Pero, por vicios de forma, la Corte Constitucional dejó sin efecto dicho artículo, que servía para darles estatus político a los excombatientes y a otros actores armados, con todas las gabelas.
Para varios narcoparamilitares, revivir la sedición es una de las deudas que el gobierno Petro tiene con el proceso de paz de las Autodefensas y, además, sería un instrumento de paz.
El otro gran interrogante es ¿qué va a pasar con el freno a las extradiciones?, un punto que no le gusta a Estados Unidos.
“En las reuniones de La Picota y en otras más, en donde ha estado el comisionado Rueda, fueron claros en que extraditables que colaboren no serían extraditados. Pero varios ya han sido enviados y otros están a un paso de subir al avión de la DEA”, dijo el vocero de una de estas estructuras.
¿Sabotaje?
Y agregó que algunos mafiosos aseguran que contrataron a “asesores” para que obtuvieran el rango de facilitadores y se lograran frenar sus extradiciones.
Uno de los capos que ya fueron entregados a la DEA es Jesús Hugo Berdugo Chávez, alias Tánatos. Lo señalan de ser un poderoso narcotraficante que sirvió de enlace con el cartel de Sinaloa.
También fue enviado un exguerrillero de las Farc considerado el jefe financiero de las disidencias.
De hecho, cinco exmiembros de las Farc, recluidos en La Picota, le escribieron una carta a Gustavo Petro (como presidente electo) en la que le solicitaban la garantía de no extradición, a la luz del Acuerdo de Paz firmado con esa guerrilla. Uno de los firmantes ya no aparece en las bases de datos del Inpec.
A la incertidumbre sobre el freno de las extradiciones y la inclusión o no de la sedición se le une un pulso entre algunos voceros y aspirantes a voceros para servir de facilitadores.
?Incluso se habla de fisuras con uno de los primeros emisarios del Gobierno que alcanzaron a reunirse con varios cabecillas, y que estaría distanciado de la oficina del Comisionado de Paz. De hecho, este último se ha referido a intentos de sabotajes a la paz.
A pesar de todo, el proceso con estas estructuras sigue su marcha.