El lunes 9 de enero le pasó a los buhoneros que venden ropa y este martes 10 a los expendedores de verduras y hortalizas, que tras haber sido desalojados del centro de Barinas, no han logrado verle la cara al alcalde “humanista” Rafael Paredes.
Por Corresponsalía La Patilla
“Somos padres de familias que solo queremos trabajar”, expresó Alí Becerra, quien es ayudante en uno de los puestos de venta de tomates, cebollas, papas y demás rubros alimenticios, que son traídos a Barinas por productores de Mucuchíes, Pueblo Llano y Santo Domingo del estado Mérida, para venderlos directamente al consumidor.
Este martes, el director de la Alcaldía de Barinas impidió que los vendedores armaran sus puestos de trabajo y los conminó a acatar la reubicación que vendría a ser en mercados municipales y otro lugar adicional, pero los afectados consideran que la propuesta carece de condiciones que desean explicarle al alcalde Paredes, que no apareció ante ellos.
Tras la desesperante situación de tener en sus camiones verduras y hortalizas que corren el riesgo de dañarse y desean venderlas, estas personas llegaron a la sede municipal para agotar el recurso de reunirse con el alcalde de Barinas, pero no fue posible y se retiraron luego de insistirle al asesor jurídico Robert Molina.
