Un año ha pasado desde que el gobernador chavista de Táchira, Freddy Bernal, le prometió a Mariela Hernández que la ayudaría con una vivienda digna. Sin embargo, aún sigue esperando una llamada o una respuesta, pues teme que en algún momento su vivienda colapse, y ella junto a su hijo de 10 años no tengan tiempo de huir de la tragedia.
Luz Dary Depablos // Corresponsalía LaPatilla.com
La vivienda de Mariela está ubicada en el barrio Las Margaritas del municipio Michelena, donde hace un año, Bernal asistió a supervisar un tramo de la autopista San Cristóbal – La Fría. La madre soltera aprovechó la oportunidad de manifestar personalmente su situación al primer mandatario regional, quien se comprometió a ayudarla, pero hasta el día de hoy el terror a que su vivienda se hunda en cualquier momento, sigue latente.
Las grietas siguen creciendo y el riesgo es cada vez mayor. Por todo el piso atraviesan rajas de más de 30 centímetros de ancho y casi tres metros de profundidad. Cada vez que llueve, es una tortura, y el miedo no les permite dormir.
Debido a la pobreza extrema en que vive esta familia, los dos hijos mayores de Mariela, emigraron, pero solo ganan para sobrevivir. Ella no cuenta con un trabajo fijo, y lo poco que lleva para comer es cuando ocasionalmente trabaja como doméstica. “A veces nos acostamos sin probar un solo bocado, y al niño los vecinos le dan algo de comida“.
Solo espera que el gobernador y la primera dama del Táchira, la escuchen y le asignen una vivienda, pues no tiene adónde ir. Su mayor angustia es su hijo menor: teme que en cualquier momento pueda suceder una fatalidad.