Han encontrado otra confirmación las premisas de que el Papa Francisco tiene por delante el período crítico de su segunda fase del pontificado y el horizonte señala tormenta entre conservadores y ortodoxos contra la galaxia progresista que apoya a Francisco.
Por: Clarín
Ha salido a la luz un nuevo presunto hecho divisivo tras el escándalo suscitado por las abiertas acusaciones que lanzó contra el pontífice el arzobispo Georg Gaenswein, apenas murió el Papa emérito Joseph Ratzinger, de quien fue muchos años secretario privado.
Desde hace un mes, comenzaron a aparecer en los sitios católicos en la red, sobre todo de los conservadores pero también en los de la galaxia progresista, una noticia: está por ser nombrado Guardián de la Ortodoxia católica, o sea Prefecto de la Doctrina de la Fe, el obispo de Hildesheim, el Alemán, monseñor Heiner Wilmer (61 años), a quien Francisco consagró en 2018.
El Papa no anuncia sus nombramientos en el Vaticano, ni los comenta, como corresponde a su condición de soberano absoluto por derecho divino.
Nadie entonces desmiente o afirma con certidumbre que un alto prelado como Wilmer, comprometido con la orientación progresista del Camino Sinodal de los obispos alemanes que están causando un fuerte cimbronazo en la Iglesia, es el candidato a un cargo de la mayor importancia en la Santa Sede.
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