Después de una semana renqueante, Novak Djokovic volvió. Sin resentirse de su lesión en la pierna izquierda, el astro serbio se mostró pletórico este lunes para avanzar a los cuartos de final del Abierto de Australia con una lección ante la última esperanza local.
En poco más de dos horas, el serbio de 35 años endosó un contundente 6-2, 6-1, 6-2 al australiano Álex de Miñaur que, a pesar del apoyo del público de la Rod Laver Arena, no pudo hacer nada contra el nueve veces ganador de este Grand Slam.
Tras tres partidos a medio gas por las molestias de la lesión muscular en su pierna izquierda, Djokovic saltó a la pista determinado a “ganar en tres sets” y plantarse por décimatercera vez en cuartos de final de Melbourne, donde espera el ruso Andrey Rublev.
“He jugado el mejor partido de este año hasta ahora”, aseguró el serbio. “Realmente quería ganar en tres sets, nunca sabes qué va a pasar en la pista”, agregó “Nole”, que dijo “no haber sentido nada” en su pierna.
Aunque el australiano de 23 años, de padre uruguayo y madre española, dijo en la previa que estaba “preparado para la batalla”, la emoción duró apenas cuatro juegos, el tiempo que tardó Djokovic en pisar el acelerador en su búsqueda de su 22 Grand Slam que lo iguale al español Rafael Nadal.
Con una racha de cuatro juegos seguidos y apenas cuatro puntos en contra, el serbio cerró el primer set y continuó el atropello en el segundo, en el que un celebrado saque directo de De Miñaur en el sexto juego evitó el rosco.
Con su 25ª victoria consecutiva en Melbourne encarrilada, Djokovic aprovechó el descanso para hacer unos estiramientos en su pierna izquierda antes de agenciarse otros cuatro juegos seguidos que disiparon cualquier opción de remontada.
Con información de AFP