La Policía Federal (PF) de Brasil inició una investigación por “genocidio” contra yanomamis, luego de que un informe oficial revelara la muerte por desnutrición y paludismo de casi un centenar de niños de esa etnia indígena, informó este martes el ministro de Justicia.
“Determiné ayer la apertura de una nueva investigación policial para averiguar (si hubo) genocidio”, dijo el ministro Flavio Dino al canal de noticias CNN Brasil.
“Consideramos que hay indicios muy fuertes de negativa a la asistencia nutricional y de salud de esas poblaciones indígenas, hubo intención”, añadió el alto funcionario.
La investigación, que apunta a acciones y omisiones de funcionarios públicos y exjerarcas de la salud en tierras yanomamis, también abarcará supuestos crímenes ambientales y desvío de recursos públicos.
El anuncio ocurre luego de que el gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva revelara el sábado que 99 yanomamis menores de 5 años murieron el año pasado en la mayor reserva indígena de Brasil por desnutrición, neumonía y malaria.
Las autoridades hallaron además numerosos casos de menores con desnutrición grave, malaria, infecciones respiratorias y otras complicaciones de salud en una visita la semana pasada, informó la cartera.
Lula, quien asumió por tercera vez el poder el pasado 1° de enero, describió un escenario “inhumano” luego de visitar el sábado el estado amazónico de Roraima (norte).
Entre los estados de Roraima y Amazonas se extiende la Tierra Indígena Yanomami, de 96.000 km2, hogar de unos 30.400 indígenas.
En un viraje frente a la política de su antecesor, Jair Bolsonaro, que mantuvo una postura hostil hacia los pueblos nativos, Lula creó un ministerio para atender sus demandas.
Ante esa crisis en tierras yanomami, su gobierno declaró la emergencia sanitaria en ese territorio.
La violencia ha crecido en la reserva yanomami, habitual escenario de enfrentamientos entre indígenas y mineros ilegales que mataron habitantes, abusaron sexualmente de mujeres y niñas y contaminaron los ríos con el mercurio que se usa para separar el oro de los sedimentos, de acuerdo con denuncias de asociaciones e indígenas.
El avance de la minería ilegal impulsa la proliferación de enfermedades, como la malaria, tuberculosis e incluso el covid-19, de acuerdo con especialistas.
Las autoridades hallaron en las tierras yanomamis “una estructura de asistencia muy precaria”, dijo Dino.
AFP