Los rebeldes disidentes de las FARC mantienen operaciones ofensivas en el suroeste de Colombia, a pesar de haber pactado un cese al fuego bilateral de seis meses con el gobierno, informó este miércoles el órgano estatal que vela por los derechos humanos.
“Entre el 1 y el 20 de enero de 2020 la Defensoría del Pueblo monitoreó y verificó la ocurrencia de seis acciones (armadas) ocurridas después de emitidos los decretos (…) de cese al fuego”, indicó la entidad en un comunicado.
Cinco de estos ataques “presumiblemente, habrían involucrado a facciones disidentes de las antiguas Farc-EP”, que se marginaron del acuerdo de paz de 2016 y no entregaron las armas como el grueso de la guerrilla.
El restante corresponde a “disparos de advertencia” de la Armada contra “grupos armados ilegales” durante un patrullaje en una zona rural del puerto de Buenaventura.
De su lado, los rebeldes hostigaron dos estaciones de policía en el departamento de Cauca y son sospechosos de un atentado fallido con explosivos contra la vicepresidenta Francia Márquez. También retuvieron a cuatro soldados en dos eventos separados y los liberaron a los pocos días.
Todas las acciones ocurrieron en el suroeste del país, donde la mayor facción disidente del pacto de paz- conocida como Estado Mayor Central (EMC)- concentra buena parte de sus 2.000 hombres en armas, según el centro de estudios independiente Indepaz.
La Defensoría pidió al gobierno “que expida los protocolos donde se establezcan todos los detalles relacionados con el proceso de monitoreo y verificación” del cese al fuego, que aún no se conocen.
Desde el 1 de enero, en Colombia rige un cese al fuego de seis meses entre el gobierno y varias organizaciones armadas, incluidas las disidencias de las FARC.
Aunque la guerrilla del ELN -la última reconocida del país- se apartó de la tregua, el EMC, otra facción disidente y las principales organizaciones del narco sí se acogieron.
Cuestionado la semana pasada sobre la arremetida del Estado Mayor Central, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lanzó una advertencia a los rebeldes:
“O todas las estructuras acatan el cese al fuego, o el Estado no podrá continuar sosteniendo esta decisión”.
Expertos señalan que la tregua no extingue el conflicto en las regiones apartadas, donde insurgentes y narcos se enfrentan entre sí para extender su dominio territorial y traficar cocaína.
Comandado por alias Iván Mordisco, el EMC de las FARC ha manifestado su interés de hacer parte de la “paz total”, la política con la que Petro pretender extinguir mediante el diálogo el prolongado conflicto armado.
AFP