El “influencer” británico-estadounidense Andrew Tate, que está detenido desde finales del pasado diciembre en Rumanía por supuestos delitos de explotación sexual, defendió hoy ante los periodistas su inocencia a su llegada a la sede de la fiscalía contra el crimen organizado en Bucarest.
“Es un caso vacío. No hay ninguna prueba. No he hecho nada malo”, declaró Tate, cuyos vídeos llenos de mensajes sexistas en los que reivindica una masculinidad agresiva y asociada al éxito económico son seguidos por millones de personas en internet, citado por el diario digital rumano Gándul.
Junto a Andrew Tate ha sido llevado a la fiscalía su hermano Tristan, que también fue detenido, junto con dos supuestas cómplices, en una redada policial en la mansión del “influencer” cerca de Bucarest. “No tienen ninguna prueba; quieren robarme los coches, el dinero, y por esto estoy en la cárcel”, dijo Tristan Tate.
Tate hace referencia a la flota de quince vehículos de alta gama que les ha sido confiscada a los dos hermanos, a los que las autoridades rumanas también han embargado una colección de relojes de lujo y dinero en metálico. Los bienes y el dinero en metálico intervenidos tienen un valor de más de 3,6 millones de euros.
La fiscalía rumana acusa a Tate de haber engatusado a varias mujeres jóvenes con una falsa relación sentimental, para después forzarlas a trabajar en el negocio de webcam de contenido sexual para los dos hermanos, que trasladaron hace años su domicilio a Bucarest.
Si el caso contra ellos sigue adelante, los Tate deberán responder ante la justicia por delitos de trata de personas, constitución de grupo criminal organizado y violación, ya que una de las mujeres que les denuncian dice haber sido forzada a mantener relaciones sexuales durante su estancia en la mansión.
EFE