Si bien es cierto que los empresarios de Nueva Esparta tienen altísimas expectativas en la recuperación del turismo de cruceros y que están muy enfocados en los beneficios que otorga la Ley de Zonas Económicas Especiales, consideran oportuno exhortar al régimen de Nicolás Maduro a restituir o devolver algunos bienes que fueron expropiados en alguna oportunidad.
Corresponsalía lapatilla.com
Gabriel Briceño, primer vicepresidente de Fedecámaras Nueva Esparta, hizo especial referencia al muelle de cruceros Puerto de la Mar, expropiado por el entonces presidente Hugo Chávez en el año 2010.
“Se trata de un muelle espectacular, que fue diseñado bajo una expectativa de desarrollo en el casco comercial de Porlamar, que está bastante deprimido con motivo de toda la conflictividad que hemos tenido como la pandemia, la hiperinflación, la deserción laboral y una cantidad de variables que hicieron que esa zona se deteriorara y cerraran muchas empresas”, apuntó el dirigente empresarial.
Insistió en que aprovechando el inicio del año 2023, es oportuno exhortar para que se dé un paso adelante, como gesto de buena fe, y se fortalezcan las relaciones con la propiedad privada, que devuelvan esa obra y otras propiedades a sus dueños, y otorguen nuevas concesiones a empresarios dispuestos a invertir en esa área.
Briceño recalcó que se debe tener muy claro que el puerto de El Guamache es un muelle de carga, y aunque pueda estar preparado para recibir cruceros, no brinda las condiciones que un operador emisor de cruceros requiere al momento de un atraque en un puerto del Caribe.
Subrayó que al hablar de restitución y devolución de los bienes a los propietarios que no fueron indemnizados, hace mención a todos los bienes que fueron expropiados sin cumplir con el debido proceso, en el cual se declarara de utilidad pública e indemnizara a los propietarios.
“Sería un gesto de buena fe y de buenas intenciones para fortalecer a la industria turística y la confianza, principalmente para que nuevos capitales quieran venir para fortalecer la economía neoespartana”.
El dirigente aseguró que hay buenas intenciones de muchos inversionistas interesados en tomar parte de esos proyectos, pero se debe generar confianza para poner en marcha la Ley de Zonas Económicas Especiales.
Salvador Núñez, expresidente de la Corporación de Turismo de Nueva Esparta, recordó que en la temporada 2007-2008 llegaron más de 140 cruceros a la isla. Incluso, hubo momentos en que atracaban el mismo día tres y cuatro buques al mismo tiempo, lo que de alguna manera les ocasionaba problemas a los importadores, porque venía la mercancía en cabotaje desde Puerto Cabello y no podían descargar los productos.
Esos costos se los cargaban al importador por el lapso que permanecía el crucero en el muelle de El Guamache.
Exprópiese para el pueblo
El 1° de junio de 2010, a través del decreto Nº 7.452, publicado en la Gaceta Oficial Nº 39.436, el entonces presidente Hugo Chávez, ordenó la adquisición forzosa de un lote de terrenos y las bienhechurías que en este se encontraban, una propiedad ubicada en la jurisdicción del municipio Mariño del estado Nueva Esparta, perteneciente a la empresa Desarrollos Puerto de La Mar C.A.
Folco Riccio, presidente de Puerto de La Mar, expropiada por el Ejecutivo nacional, estimó que la medida dejó sin empleo a casi 7.000 personas, incluyendo 700 trabajadores directos, 3.000 indirectos y otros 3.000 “conexos”.
El decreto presidencial de expropiación daba cuenta de que en el mencionado lote se procedería a construir la sede de la “Universidad Bolivariana de Venezuela Nueva Esparta”.
Riccio precisó para entonces, que la intervención significó el final de un proceso que se inició el 1° de octubre de 2008. Ese día, en un acto proselitista, el presidente Hugo Chávez prometió que esas instalaciones ya no serían de la oligarquía, sino que iban a regresar al pueblo.
Las instalaciones estaban constituidas por una ciudadela con puerto, al final del bulevar Raúl Guevara, destinadas a recibir los cruceros que visitan el Caribe.
En 2012, Riccio denunció que tras dos años sufriendo una invasión por parte de las autoridades y alumnos de la Universidad Bolivariana, las instalaciones quedaron en completo abandono.
“Dos años tratando de clarificar la situación. Caímos en una trampa política, pues la empresa no había recibido ni una carta ni un memorando del Gobierno informando su decisión”, informó en esa época.
Precisó que lo expropiado era solo la primera fase de un plan de desarrollo mayor, que incluiría un hotel de cinco estrellas, una zona cultural y comercial, y la construcción de la avenida costanera que conectaría el aeropuerto con la avenida Bolívar, a través de una vía expresa que bordearía el mar.
Retrospectiva: Del Aida al Amadea
Un crucerista alemán, que viajaba en el crucero Aida, fue asesinado el 7 de febrero de 2016 por negarse a entregar su cámara fotográfica. Horst Kurt Fritz Gold Hahm (76), fue ultimado de un disparo cuando compraba souvenirs en el Centro Artesanal La Aldea, que estaba frente al Sambil, y que a partir de ese trágico episodio, terminó cerrando.
Por esa razón la empresa de cruceros decidió eliminar a la isla de Margarita de su ruta. Al crucero, que recorría diferentes islas del Caribe y cuya capacidad es de 2.500 personas, le quedaban dos visitas ese año a la región insular, pero la directiva optó por cambiar el paquete que le ofrecían a clientes.
En consecuencia, entre 30.000 y 50.000 turistas internacionales dejaron de entrar cada año por esa vía, reduciendo los ingresos de los estados Nueva Esparta y Vargas (hoy La Guaira).
El último crucero que salió fue el 26 de mayo de 2016 desde La Guaira para cerrar la temporada, y no se permitió el abordaje de turistas nacionales para disfrutar el recorrido por los puertos caribeños, ya que no retornaría a aguas venezolanas.
Con eso se rompe la narrativa del régimen de Nicolás Maduro y de las agencias navieras internacionales, en cuanto a que el crucero Amadea que llegó el 3 de enero al puerto de El Guamache, atracaba en aguas margariteñas luego de 15 años. Realmente solo han transcurrido 7 años desde que partió para no volver el crucero Aida.
Para esa época, con todo y que había una marcada reducción de los toques en el puerto de carga margariteño, fueron programados 39 en total, de los cuales se cumplieron 37 como consecuencia del asesinato del turista alemán.
Sin seguridad no hay toques
Una fuente muy ligada a la actividad turística regional, que prefirió mantener su identidad en reserva, aseguró que todas las operadoras de cruceros están exigiendo al Estado venezolano que les garantice seguridad a los turistas para que puedan viajar a Margarita.
Dejó claro que la experiencia del buque Amadea, que tocó el puerto de El Guamache el pasado 3 de enero, solo sirvió hasta ahora para demostrar que “sí se puede, pero no se debe hablar que los cruceros están de vuelta”.
“Y los eventos que se hicieron en noviembre, el 80% de la programación para los años 2023 y 2024, ya están elaboradas, y Venezuela no está incluida. El Estado tiene que salir a garantizar, como lo hizo Colombia en su oportunidad, cuando el presidente colombiano fue a una convención en Miami y garantizó la seguridad en el puerto de Cartagena, donde atracan los cruceros, pero fue 10 años después cuando los están recibiendo nuevamente con más de 100 al año, pero eso no está en la agenda de aquí”, subrayó la fuente.
En el caso del atraque del buque Amadea, aseguró que el mismo está dando la vuelta al mundo, y en su ruta, la naviera que lo opera consideró oportuno tocar en Margarita que, hasta este momento, no es una ruta de cruceros.
“Fue un toque fortuito y le ofrecieron una cantidad de ventajas para que viniera. Si se hacen las cosas bien, Margarita pudiera recibir cruceros entre 2024 y 2025. La próxima convención se celebrará en febrero en Florida y allí decidirán la agenda para el próximo año” acotó la fuente.
Además, hizo hincapié en que hay que comparar las condiciones del puerto de El Guamache, que es un muelle de carga, con los muelles de cruceros de las 10 islas más cercanas a Margarita, como las británicas Antigua, Bermudas, Barbados y Grenada, los cuales cuentan con condiciones mucho más atractivas.
Igualmente, recordó que Margarita era buena para la ruta “Bajo Caribe del Este”, que incluía además Grenada, Tobago, Barbados, Aruba y Curazao.
No obstante, dadas las condiciones y los incidentes graves ocurridos en plena temporada de cruceros, se desviaron hacia Aruba, Curazao, Belice, Cartagena, Panamá, Cancún y Guatemala.