Llevo años señalando lo peligroso que es cimentar el progreso de una Nación… la nuestra… sobre la base del cizañeo y mentiras desplegadas a través de historias donde solo se muestra al público la media verdad que le interesa a una de las bandas que disputan el poder.
Los resultados de al menos veintitrés años de polarización extrema… están a la vista y no es necesario que maestras y profesores salgan a la calle para darnos cuenta que ya Venezuela no es un país similar a Bélgica… en algunos indicadores.
Y que más bien competimos los venezolanos con el Paraguay, Haití, Honduras y Cuba como los más pobres del continente.
Las fuerzas del progreso bajo la bandera de la síntesis, fuerzas que han debido poner en evidencia la estupidez polarizada sin embargo en todo este tiempo no han logrado cuajar… a pesar de que condiciones para ello las hay.
Habrá a estas alturas del relato quién desde la ignorancia polarizada, que culpa de todos los males al adversario… diga con tono zumbón ¿Cuándo hubo síntesis en Venezuela?
Respondiendo recuerdo que si hubo momentos y localidades donde las fuerzas de la síntesis afortunadamente prevalecieron y para ello resalto dos acciones que a principios de la democracia se llevaron a cabo… una en terrenos de lo que después sería un barrio… otra en las urbanizaciones de clase media que se construyeron a precios muy módicos… merced a la Alianza para el Progreso del presidente Kennedy.
A la caída del dictador Pérez Jiménez barrios como los que caracterizaron las ciudades venezolanas casi no existían a pesar de que el petróleo, sobre todo después de finalizada la Segunda Guerra… promovió merced a la inexistencia de políticas descentralizadoras… la migración del campo a la ciudad.
Pérez Jiménez que fue un excelente ministro de Obras Públicas más que Presidente… había usado los inmensos recursos del petróleo para derribar los barrios de ranchos… y mudar a los habitantes a bloques estilo lo que en Caracas después se llamó 23 de Enero.
Solo un bobo preguntaría si la dictadura permitía invadir terrenos urbanos. Y así había sido durante el siglo XX hasta la llegada al poder de la democracia que comenzó compitiendo con la demagogia de una izquierda que alimentó la invasión de terrenos para construir viviendas precarias que llamamos ranchos.
Ojo: cuando señalo la demagogia de la izquierda no me refiero a los partidos que tomaron la lucha guerrillera… al estilo de los recientes guarimberos.
Me refiero a la izquierda de AD que vio en organizar y proteger con la policía ciertas invasiones… una inversión de votos que serían cosechados a futuro.
Copei que era un partido minúsculo también se afilió a invadir terrenos urbanos… solo que lo hacían los seguidores del doctor Caldera… en el este de Caracas y dejaban que adecos y revolucionarios hicieran lo propio… en el viejo Distrito Federal.
En ambos casos, aparte de que dirigentes de segunda o tercera línea frenaban la policía, fuesen del partido donde militaban esos demócratas y demagogos… jamás se preocuparon para repartir terrenos de acuerdo a un plan que le permitiese a esos futuros barrios… convertirse en urbanismos con todas las de la ley.
De allí viene la hiperpoblación de barrios tipo Petare… o Cota 905 donde unos malandros aupados desde el exterior… asustaban la población ante la inacción del chavismo bajo la estúpida e irresponsable creencia de que así caería el gobierno.
Bien… dejando el terreno de la polarización entro a recordar que en los principios de lo que hoy son urbanizaciones donde las viviendas se han revalorizado… vivir allí era precario porque no habían servicios suficientes… el transporte colectivo era inexistente… pero los habitantes de ese lejano este… se organizaron en Asociaciones de Vecinos que antes de ser cooptadas por los partidos… serán ejemplo de síntesis cívica.
Como también lo fueron las primeras invasiones de barrios donde sacando de lado el robo del terreno… cada lote se repartía según plano y solo los anotados podían invadir.
Eso también fue síntesis porque allí coincidieron tirios y troyanos… a condición que requirieran vivienda… estuviesen dispuestos a construirla.
Pero así cómo cayeron las asociaciones de vecinos hasta convertirse en organismos fosilizados… cuando no contaminados de corrupción y habladera de gamelote… así los barrios de invasión pasaron a ser geografía infernal… merced a la falta de orden… la construcción de segundos y hasta quintos pisos donde la lógica solo debió permitir uno etc.
Y así acabó la síntesis… para solaz de la polarización que pone a pelear irracionalmente los venezolanos.
Por eso no fui a ninguna protesta este 23 de enero… las cubrí desde una moto y punto porque me parece que era una buena oportunidad para que unidos y en síntesis… protestáramos por lo poco que se gana en una Venezuela empobrecida… y contra las sanciones que aparte de ilegales… nos empobrecen.
¿Pero, usted que cree?