Tratar las afectaciones a la salud mental requiere de varios cambios en los hábitos. Desde asistencia médica, hasta acompañamiento familiar, son claves a la hora de buscar mejoría o curación de enfermedades como la depresión o ansiedad. Y tal vez algo que puede ser muy desconocido es que más allá de terapias, medicamentos o redes de apoyo, eso que cada día se come, puede afectar el funcionamiento del cuerpo y alterar los desequilibrios ya existentes.
Por Semana
En ese sentido, varios estudios científicos respaldan que ciertos tipos de comidas, acentúan los síntomas de estas enfermedades. Por eso recomiendan, disminuir o limitar su consumo.
1. Azúcar y carbohidratos refinados
El portal Viva mi salud explica que “el consumo repetido de azúcar y carbohidratos refinado durante el día propiciará que tus niveles de azúcar en sangre estén subiendo y bajando abruptamente como en una montaña rusa, lo que a su vez puede acarrear alteración en el estado de ánimo y sensación de fatiga”.
Por eso hay que tener en cuenta que el azúcar no solo es el producto granoso y blanco que se compra por libras, sino que también está en otras sustancias como la dextrosa, fructosa, lactosa, maltosa, sacarosa, jarabe de maíz y azúcar invertido.
En lo relacionado con los carbohidratos refinados, estos se encuentran en alimentos como galletas industriales, tortas, cereales de caja, bollería industrial, pan blanco, dulces y gaseosas.
2. Aceites vegetales refinados
En ese caso, explican desde el portal que los aceites vegetales ricos en omega-6 pueden propiciar inflamación dentro del cuerpo, que influiría en la depresión, fatiga y en la efectividad de los tratamientos antidepresivos.
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