Lo adquirido con trabajo y esfuerzo durante 19 años por una familia en el sector Puerta Negra de San Juan de los Morros, estado Guárico, se incineró la noche del pasado 26 de enero, luego de que una falla eléctrica consumió en llamas a una vivienda y dejó damnificada a Zuleima Figuera junto a su esposo Julio Moreno.
Corresponsalía lapatilla.com
Ambos lamentaron la muerte de su mascota Yolfi, un perro que los acompañó por más de 10 años y que, según indicaron, se encontraba en la casa a la hora del incendio.
“Es algo traumático que uno pierda en cuestión de segundos todo lo que por tantos años trabajó. Lo material se perdió todo, quedamos absolutamente el cien por ciento damnificados, y aparte de eso nuestra mascota murió calcinado”, lamentó Zuleima, enfermera en ejercicio.
De acuerdo con el informe del Cuerpo de Bomberos en San Juan de los Morros, el hecho es calificado como incendio accidental, presuntamente como consecuencia de un corto circuito: “El incendio se generó por el recalentamiento de conductores eléctricos que perdieron su aislante externo, permitiendo que los mismos entraran en contacto entre sí… creando chispas y manteniéndose hasta el punto de propagarse hacia los demás elementos susceptibles al calor”.
No obstante, algunos familiares que ayudaron a sofocar las llamas, recordaron que la noche del jueves 26 de enero ocurrieron apagones y fluctuaciones eléctricas, en reiteradas ocasiones. Por su parte, Figuera señaló que para el momento del incendio, ni ella ni su esposo se encontraban en la casa.
Cama, colchón, cocina, nevera, lavadora, televisor, computadora, equipo de sonido, aire acondicionado, licuadora, juego de sillas, ropa, calzado, entre otros artefactos eléctricos y artículos del hogar, fueron consumidos por el incendio. El fuego también dañó el techo y debilitó las paredes de la casa.
“Estamos viviendo en un cuarto en casa de mi suegra, por unos días, pero sí estamos tratando de buscar materiales y conseguir algo para habilitar, aunque sea, una pieza para mudarnos, porque esto me ha generado subidas de tensión, estrés, pues quedamos en la calle”, lamentó Figuera.
Pese a cumplir con sus labores como profesional de la enfermería en dos centros de salud, Figuera indicó que sus ingresos son insuficientes. Mencionó que su esposo es albañil y esperan contar con la ayuda de las autoridades o algún ente privado para adquirir materiales y reconstruir su vivienda.