Familiares de los 222 presos políticos nicaragüenses desterrados este jueves de su país esperan su llegada en el aeropuerto internacional de Dulles, cerca de Washington, horas después de que el régimen de Daniel Ortega los expulsara tras haberlos excarcelado.
En declaraciones a EFE, Ariana Gutiérrez, hija de la defensora de derechos humanos Evelyn Pinto, que llevaba desde noviembre de 2021 en prisión, dijo que se ha acercado al aeropuerto por si acaso su madre es uno de los presos liberados y expulsados de Nicaragua.
Aun así, indicó que nadie les ha informado oficialmente de nada.
No obstante, según el listado de los expulsados a los que tuvo acceso EFE, Pinto se encuentra entre las personas enviadas a EE.UU.
Otra familiar que aguarda en Dulles es Suyen Barahona, prima de Lyana Barahona, una joven activista que llevaba un año en la cárcel, que llegó al aeropuerto tras haber tenido acceso a esa lista y saber que su pariente viene en el avión.
El régimen de Nicaragua excarceló este jueves a 222 presos para trasladarlos después al aeropuerto internacional de Managua, donde subieron a un avión con destino a Washington.
Según dijo a EFE un funcionario estadounidense, la decisión de liberar a los presos fue tomada por Ortega por iniciativa propia y Estados Unidos ha accedido a facilitar el transporte de esos individuos, que se encuentran en este momento en un avión con dirección a Washington.
El Gobierno de Joe Biden, además, ha ofrecido asistencia legal y médica al grupo de excarcelados, que incluye al opositor nicaragüense Félix Maradiaga, así como a los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Máx Jérez, informaron familiares de los encarcelados.
Según los parientes, los presos políticos que estaban en diferentes cárceles de Nicaragua, incluida la de El Chipote, donde funciona la sede de la Dirección de Auxilio Judicial, fueron liberados durante la madrugada.
Estados Unidos llevaba meses pidiendo la liberación de los presos políticos en Nicaragua tras la ola de protestas que sacudió el país en 2018 con peticiones para que renunciara Ortega y que acabaron con cientos de muertos, presos y desaparecidos.
Esa crisis se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
Con información de EFE