Daños estructurales y al menos 100 cilindros de Gas Licuado de Petróleo (GLP) quemados dejó un gran incendio dentro de un depósito de bombonas, que se produjo este domingo en horas de la noche en la población fronteriza de Orope, parroquia José Antonio Páez del municipio García de Hevia.
Por Corresponsalía La Patilla
Por el momento, el Cuerpo de Bomberos de García de Hevia se ocupa de las investigaciones para determinar qué causó el incendio, de quién es el galpón y las normas de seguridad que tenían en el lugar para operar, así como los debidos permisos emitidos por el Ministerio de Energía y Minas.
La información la dio a conocer el comandante del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, Antonio Briceño, quien expuso que los funcionarios bomberiles permanecieron durante 40 minutos combatiendo las grandes llamas y explosiones generadas por los cilindros.
Bomberos de La Fría y una comisión de los Bomberos de Cúcuta, apoyados por Bomberos Aeronáuticos del Aeropuerto García de Hevia, unidades cisternas privadas y de la Guardia del Pueblo, combatieron el fuego.
Tras el hecho, no hubo personas lesionadas ni fallecidas, debido a que los residentes cercanos al galpón salieron corriendo con lo que tenían puesto encima, situación que causó pánico en la población.
Briceño expuso que el gas GLP genera altas temperaturas de 1.400?°C, por lo que algunos cilindros explotaron durante el siniestro y las imágenes fueron captadas por los residentes a través de vídeos, por lo que comunicó que es importante que las personas sepan que los cilindros de gas son más peligrosos vacíos que llenos.
Refirió el comandante bomberil que los cilindros quemados ya no pueden ser utilizados ni recargados, ya que sufrieron fatiga por las altas temperaturas.
Sin embargo, entre los habitantes de Orope existe una gran preocupación, porque aseguran que en la pequeña parroquia hay varios depósitos de bombonas GLP que, al parecer, operan de forma clandestina y sin cumplir con las normas de seguridad, incluso, cerca de la medicatura y una zona residencial.
Ante estas preocupaciones, Briceño destacó que los depósitos de cilindros deben estar ubicados en un área no menor de 150 metros a las zonas residenciales y poseer áreas abiertas con suficiente ventilación, a fin de que los cilindros no sufran recalentamientos y fugas.
Por ello, recomendó que este tipo de establecimientos cumplan con las normas de seguridad, señalización interna del espacio, líneas eléctricas empotradas, así como extintores y la permisología del Cuerpo de Bomberos.