Antes que nada: existen y son de curso legal en EEUU y en el resto del mundo en el que se usen dólares. Eso sí, quizás quien lea esta nota nunca haya visto uno en su vida. Se trata del billete de 2 dólares, una rareza que genera dudas incluso en el propio país que los acuña y que tiene algunas impresiones, de años puntuales, que hacen multiplicar su valor nominal.
Por Infobae
¿Este extraño billete tiene en el anverso el retrato del antiguo presidente Thomas Jefferson y en el reverso, una reproducción de la obra La Declaración de Independencia de John Trumbull. El diseño del anverso, adoptado en 1929, es el más antiguo de todos los billetes de curso legal en Estados Unidos.
Según Wikipedia, “a pesar de su valor nominal relativamente bajo, el billete de dos dólares es uno de los que menos se utilizan en la circulación y casi nunca se entregan como cambio en las transacciones comerciales, de modo que los consumidores rara vez disponen de ellos. La producción de billetes de 2 dólares es bastante escasa: sólo un 1% de todos los billetes que se fabrican en Estados Unidos corresponden a la denominación de dos dólares. La práctica ausencia del billete de 2 dólares de la circulación ha originado un desconocimiento general de su existencia y ha suscitado incluso toda una serie de mitos urbanos y creencias populares a su alrededor”.
“Cabe señalar que estos billetes son los más propensos a tener errores de producción, es decir, a que posean defectos de fabricación, por ello para evitar gastos de producción algunos de ellos se los imprime con un número de serie con terminación en estrella, lo cual en cualquier billete de dólar estadounidense hace referencia a dólar de reposición”, agrega la enciclopedia online.
Por tener el retrato del ex presidente Jefferson a este extraño papel se lo apoda “Tom” y su historia está envuelta en un halo de misterio, con toques de leyendas urbanas y hasta designios de “mala suerte”.
Según el sitio oficial US Currency Education Program, circulan desde 1776 y hasta 2017 había en circulación 1.200 millones de billetes por un valor de USD 2.400 millones.
El sitio del CNB St. Louis Bank detalla que se los ha relacionado en el pasado con “sobornos, fraude electoral, juegos de azar, prostitución y mala suerte en general”.
“Una leyenda urbana afirma que, en un momento, el fraude electoral era común y la recompensa por un voto favorable era de 2 dólares. Existía la creencia de que los políticos compraban votos por ese monto, por lo tanto, tener un billete podría verse como evidencia de que la persona había vendido su voto”, explica la historiadora Mary Piles en ese portal bancario. También eran comunes entre los apostadores a las carreras de caballo por lo que su tenencia estaba asociada al juego.
Como nadie los quería, desde la Segunda Guerra Mundial hasta al menos la década de 1980, el gobierno de EEUU los usaba para pagarles a los soldados.
El último cambio de diseño de este billete fue en 1976, año en el que se les hizo las últimas modificaciones. Papeles de ese año pueden tener un valor de hasta 800 dólares si están sin circular y tienen errores de serie, por ejemplo.
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