Un grupo de arqueólogos ha descubierto un sistema de regadío y de prevención de inundaciones en las ruinas de la antigua ciudad de Shijiahe, con 5.000 años de historia y situada en el centro de China, informan hoy medios estatales.
Los expertos hallaron un sistema de presas y regadío, además de un foso defensivo, en el yacimiento de Shijiahe, que ocupa una superficie de 300 hectáreas, recoge la agencia oficial Xinhua.
El foso, que rodeaba a la ciudad prehistórica, se nutría del agua de ríos que discurrían por sus afueras o que la cruzaban, declaró el director del Instituto de Reliquias Culturales y Arqueología de la Provincia de Hubei, Fang Qin.
La exploración comenzó el año pasado, cuando la fuerte sequía que asoló al centro de China secó los ríos de la zona, dejando al descubierto dos presas que “probablemente se usaban para reducir las inundaciones y para almacenar agua para los residentes”, explica Fang.
Una de las presas tenía un sistema de drenaje en forma de letra Y, en donde una de las salidas permitía descargar agua en tiempos de fuertes precipitaciones o inundaciones, mientras que la otra se usaba para drenar en el día a día y asegurar un suministro de agua río abajo, posiblemente para uso agrícola, creen los arqueólogos.
“Los hallazgos apuntan a que los habitantes de Shijiahe tenían ideas muy avanzadas acerca de la conservación del agua y habilidad a la hora de usar los ríos para sustentar su producción y sus vidas”, declaró Fang.
Shijiahe fue, según algunos arqueólogos, una de las mayores y más duraderas ciudades prehistóricas en el curso medio del río Yangtsé, que atraviesa el centro de China.
En sus ruinas se han hallado lugares en los que se realizaban ceremonias de sacrificio, una gran cantidad de artículos de jade y cerámica roja producida a gran escala.
EFE