La nave espacial Soyuz MS-23 sin tripulación a bordo, que servirá para traer de vuelta a la Tierra a dos cosmonautas rusos y a un astronauta de la NASA en lugar de la averiada Soyuz MS-22, se acopló hoy a la Estación Espacial Internacional.
La nave se enganchó en modo automático al segmento ruso de la plataforma orbital a las 04.01 hora de Moscú (01.01 GMT) tal y como estaba previsto.
La Soyuz MS-23 devolverá en septiembre próximo a la Tierra a los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev y Dmitri Petelin, y al astronauta estadounidense de origen salvadoreño Frank Rubio, quienes se encuentran en la EEI desde el 21 de septiembre de 2022, cerca de seis meses más de lo programado.
Pese a las tensiones entre Rusia y los socios occidentales de la EEI por la campaña militar rusa en Ucrania, las agencias espaciales no han dejado de cooperar durante el último año.
Roscosmos tomó la decisión de descartar la Soyuz MS-22 para el retorno de la tripulación ruso-estadounidense a la Tierra después de que en diciembre pasado fuese detectada una fuga en el sistema de refrigeración de la nave.
Posteriormente, el 11 febrero fue detectada otra fuga de refrigerante en el carguero espacial ruso Progress MS-21, lo que hizo temer a las autoridades espaciales rusas de que se tratase de un fallo de diseño y les obligó a posponer el lanzamiento de la Soyuz MS-23 hasta que no superase una inspección minuciosa.
El pasado 20 de febrero Roscosmos autorizó finalmente el lanzamiento de la nueva nave tras descartar fallas en el sistema de refrigeración.
La Soyuz MS-23, concebida para viajar con tripulantes, llevó a la EEI 429 kilogramos de carga, que incluye equipamiento médico, medios para la limpieza de la estación y el control de los sistemas de purificación de aire y su balance de gases y el abastecimiento de agua.
La carga incluye también alimentos, ropa, piezas y equipos de repuesto para el segmento ruso de la estación.
Además, la nave trasladó a la plataforma orbital equipamiento para varios experimentos científicos de la agencia espacial rusa.
En la plataforma orbital trabaja ahora la tripulación número 68, compuesta por siete personas: los rusos Serguéi Prokópiev, Dmitri Petelin y Anna Kíkina; los astronautas de la NASA Frank Rubio, Nicole Mann y Josh Cassada, y el japonés Koichi Wakata.
EFE