Un suceso que se mantiene en la memoria de los venezolanos, una “rebelión” que no fue más que el inicio de la destrucción en Venezuela. Han pasado 34 años de un estallido, escenario de uno de los episodios más trágicos en la historia contemporánea de Venezuela.
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Guarenas, una ciudad cercana al este de la ciudad capital, fue el lugar en el que hace más de 30 años protestaban en contra del alza en el precio del combustible y el aumento en el valor del pasaje del transporte público. Políticas económicas impuestas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Aquel 27 de febrero de 1989 las manifestaciones se registraron en varios puntos de la ciudad, principales calles y avenidas totalmente cerradas, quema de cauchos y autobuses. Los saqueos a comercios no se hicieron esperar, un hecho que en poco tiempo se replicó en Caracas y en otras ciudades del país.
Además, no solo el aumento del combustible, los venezolanos se oponían a un paquete de medidas económicas impulsadas por el presidente, bajo la recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La fuerte represión del ejército y la policía dejó según el balance oficial, centenares de muertos. Sin embargo, fue en aquel suceso en el que aparecería en la escena política Hugo Chávez.
El fin de una bonanza económica
Venezuela se mostraba como una de las naciones más prometedoras de la región, la consolidación de la democracia, la nacionalización de la industria petrolera en 1974 y el surgimiento de grandes proyectos mineros en el sur del país permitieron la llegada de capital extranjero y el desarrollo de ambiciosos proyectos.
Sin embargo, toda aquella época de bonanza comenzó su declive a partir de la década de 1980. En 1983, bajo la presidencia de Luis Herrera Campins, se produjo la primera devaluación en el país desde 1961 lo cual afectó la confianza en la moneda venezolana.
Con la llegada de aquel “Viernes Negro” comenzaron a llegar los problemas en la nación, como la reducción en el precio del barril petrolero, la deuda externa, inflación, fuga de capitales, los cuales no pudieron ser resueltos por los gobiernos que antecedieron a Pérez (Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi) obligándolo a solicitar la ayuda del FMI.
La llegada de Hugo Chávez
A 34 años de aquel terrible suceso, una de las tantas preguntas sigue lantente en los venezolanos, hasta qué punto ese descontento que provocó el Caracazo jugó un papel en la llegada de Chávez al poder.
Tal como reseñó la BBC, el 4 de febrero de 1992, el entonces teniente coronel lideró un intento de golpe de Estado que fracasó. Aunque terminó con Chávez dirigiendo, a través de los medios de comunicación, un mensaje a sus compañeros golpistas en el que llamó a que depusieran las armas para “evitar más derramamiento de sangre”.
De ese mensaje, llamó la atención que, con su boina roja de paracaidista, Chávez asume toda la responsabilidad del movimiento, algo a lo que no estaban acostumbrados los venezolanos.
Para el historiador venezolano, Straka sí que pudo ayudar a Chávez en su llegada al poder, pero también contribuyeron el desgaste, el descrédito del gobierno, el descontento de la población por la situación de pobreza, el apoyo del ejército y el hecho de que Chávez era una figura carismática.
Grandes similitudes
Más de 30 años han pasado de una “rebelión” popular que exigia mejores condiciones producto de un notable declive económico, sin embargo hoy día las exigencias son aún mayor debido a la crisis que afecta a los venezolanos y que parece profundizarse cada día más.
Una situación que se ve a diario en las calles del país ante las constantes protestas por más de 20 años a la cúpula chavista, que se hace la vista gorda a los problemas de los ciudadanos venezolanos.