Cientos de hombres rezan una vez por mes de rodillas en la principal plaza de Zagreb en contra del derecho al aborto y a favor de la castidad antes del matrimonio y la decencia en el vestir de las mujeres, en medio de protestas de grupos feministas que sienten atacados los derechos de las mujeres.
Estas plegarias públicas, que suelen durar una hora en la plaza Ban Jelacic de la capital croata, son organizadas por la iniciativa católica local “Caballeros del corazón inmaculado de María”.
Los rezos, que se han extendido ya a una decena de ciudades del país balcánico, vienen acompañados por manifestaciones convocadas por asociaciones de los derechos de la mujer y por la comunidad LGBTI.
Croacia es una república exyugoslava de unos 4 millones de habitantes, donde la Iglesia católica sigue jugando un importante papel en la vida pública.
¿LUCHA MACHISTA?
El debate es si se trata de una expresión legítima de fe o de una peligrosa tendencia propatriarcal, contra los derechos de la mujer.
Los organizadores de las plegarias aseguran que su principal intención es rezar a favor de la paz y la conversión (católica) del pueblo croata.
Además, rezan para que los varones “se conviertan en las autoridades espirituales en las familias”, lo que sus críticos califican como una llamada al machismo.
“Es increíble que nos tachen de radicales solo porque rezamos el rosario”, se suele defender Krunoslav Puskar, un lingüista que lidera los “Caballeros del corazón inmaculado de María”.
Sin embargo, la asociación artística LGTBI “Domino” y la Red Femenina Croata, entre otras ONG, consideran que los objetivos por los que rezan estos hombres son “retrógrados” e inconstitucionales.
“Los rezos de rodillas en la vía pública no son simples oraciones, sino una lucha por anular los derechos humanos fundamentales”, asegura la Red Femenina.
POLONIA COMO EJEMPLO
Junto con Domino, la artista local Arijana Lekic-Fridrich ha comenzado a organizar acciones contrarias y simultáneas a las plegarias, como las llamadas “Misas silenciosas”, en las que se rinde homenaje a las víctimas de femicidios y de la violencia machista.
Denuncian un paralelismo al desarrollo de la sociedad polaca en la última década, donde “se ha llegado a la situación de que las mujeres tienen que luchar ahora por derechos que habían sido logrados mucho tiempo atrás”, explica la artista.
Asegura que detrás de los “arrodillados” está la asociación católica ultraconservadora croata “Vigilare”, vinculada al grupo polaco “Ordo Iuris”, al que se atribuye un importante papel en la de facto prohibición del aborto en Polonia.
La Red femenina advierte de que en Polonia todo comenzó hace unos diez años con plegarias similares a las croatas ahora, en un movimiento que además de vetar el aborto ha dado lugar a procesos penales contra activistas de los derechos reproductivos, zonas libres de LGBTI y crecientes dificultades para el divorcio.
“Ellos abogan contra el derecho de la mujer a elegir, dictan cómo debería vestir y comportarse”, asegura a EFE el eurodiputado socialdemócrata Fred Matic.
“En lugar de que en 2023 por fin empecemos a resolver el problema de la desigualdad de género y de la violencia contra la mujer, estamos enfrentados a iniciativas retrógradas”, se lamenta.
Matic, que suele asistir a las protestas contras las plegarias, fue impulsor de una resolución adoptada por el Parlamento Europeo en 2021 según la que todos los países de la Unión Europea (UE) deben respetar el derecho de la mujer al aborto, y a la salud sexual y reproductiva.
Opina que, aunque la resolución no sea obligatoria, representa un paso adelante al marcar “cierto estándar en la salud sexual y reproductiva” en la UE, incluyendo en la católica Croacia, que pertenece a la unión desde 2013.
EFE