Una gran fisura en un reactor nuclear supone un nuevo revés para la eléctrica estatal francesa

Una gran fisura en un reactor nuclear supone un nuevo revés para la eléctrica estatal francesa

Central nuclear francesa de Tricastin, en el valle del Ródano, en imagen de archivo ÒSCAR PALAU.

 

Una gran fisura detectada en el reactor nuclear de Penly, va a obligar a la eléctrica estatal francesa EDF a revisar su estrategia de control, después de que durante meses los problemas de corrosión de su parque atómico hayan reducido radicalmente su producción de electricidad.

“Es un problema serio que afecta a sus reactores”, declaró a la emisora de radio France Info Karine Herviou, la directora general adjunta del Instituto de Radioprotección y de la Seguridad Nuclear (IRSN), un organismo público de supervisión.

Según Herviou, la fisura es “particularmente profunda” ya que tiene 23 milímetros en una tubería del sistema de refrigeración de 27 milímetros y el riesgo es que hubiera podido dar lugar a una fuga y a un accidente en ese reactor, que se encontraba parado.

La Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN), que es el organismo competente para establecer directivas a EDF en tanto que compañía que explota el parque nuclear francés, que consta de 56 reactores, anunció el martes que le ha pedido “revisar su estrategia” de control para tener en cuenta ese incidente.

Lo hizo un día después de que EDF le comunicara que, en el marco de los procedimientos puestos en marcha en los últimos meses ante los problemas de corrosión de las tuberías, ha localizado una fisura cerca de una soldadura del sistema de inyección de seguridad del reactor número 1 de Penly, en la costa de Normandía (noroeste).

La ASN hizo notar que EDF consideraba hasta ahora que esa parte no era sensible a la aparición de fisuras por corrosión debido sobre todo a su geometría.

También que la soldadura había sido objeto de una doble reparación durante la construcción del reactor, lo que modifica las propiedades mecánicas y la capacidad de resistencia del metal en esa zona.

Aunque la autoridad de supervisión reconoce que este incidente “no ha tenido consecuencias para el personal ni para el medio ambiente”, sí que afecta a las condiciones de seguridad del enfriamiento del reactor por el aumento potencial de la probabilidad de una ruptura.

El de Penly 1 es uno de los 16 reactores que ya habían sido identificados como susceptibles por verse afectados por el problema de corrosión de sus tuberías y que condujo a su parón para ser revisados, con la consiguiente reducción de la producción de electricidad que ha obligado a Francia a importar corriente durante meses a países vecinos como Alemania, Bélgica, España o Reino Unido.

Ése fue uno de los elementos que pesó en los resultados de EDF el pasado año, cuando tuvo una pérdida histórica de 17.900 millones de euros.

Lo que cambia este incidente es que la nueva fisura está en una parte del sistema que no se consideraba sensible y que la eléctrica tendrá que modificar sus protocolos para comprobar que no hay otras fisuras como la de Penly 1.

EFE
 

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