Un grupo de 3 ciudadanos panameños fueron condenados a penas entre 44 y 36 años de cárcel por violación carnal agravada de una menor y robo agravado, cometidos contra migrantes irregulares en la provincia de Darién, fronteriza con Colombia, por donde transitan decenas de miles de estos viajeros cada mes con destino a Norteamérica, informó este jueves la Fiscalía.
Gary Casama recibió la condena de 44 años de prisión por los delitos de robo agravado, violación carnal agravada (en calidad de cómplice primario) y posesión ilícita de arma de fuego, mientras que Marco César Chango Berrugate y Cristo Casama fueron sentenciados a 36 años de cárcel por robo agravado y violación agravada (en calidad de cómplice primario).
Los hechos ocurrieron el 16 de septiembre de 2021, en la comunidad de Quebrada Botella, cabecera del Río Tuqueza en la Comarca Emberá Wounaan, “cuando los acusados utilizando arma de fuego y machetes, y mediante amenazas e intimidación despojaron de sus pertenencias a un grupo de migrantes”, señaló el Ministerio Público (MP, Fiscalía) en un comunicado.
De acuerdo con la información, “otro sujeto mediante intimidación condujo a una menor de 13 años de edad, de nacionalidad haitiana y la acceso carnalmente; mientras que los tres sentenciados amenazaban a los migrantes”.
La fiscal Lorena Cárdenas acreditó la responsabilidad penal de los acusados con pruebas periciales, documentales y testimoniales “que sirvieron de base para que el Tribunal de Juicio Oral dictara de manera unánime el veredicto de culpabilidad para los tres ciudadanos”, en una audiencia que se realizó del 8 al 19 de febrero, según el Ministerio Público.
Miles de migrantes irregulares de países de todo el mundo llegan a Panamá diariamente tras atravesar varias naciones suramericanas y la peligrosa selva del Darién, en su camino hacia Norteamérica, en busca de mejores condiciones de vida.
El año pasado, 248.284 transeúntes cruzaron la jungla, mientras que este año ya la transitaron 58.000, un número 5 veces superior al mismo lapso de 2022.
Las autoridades panameñas ya señalaron que, de seguir esta tendencia, este 2023 la cifra de migrantes en tránsito por el país podría llegar a 400.000.
Panamá registra a los migrantes que cruzan la selva y les ofrece asistencia de salud y alimentación en estaciones de recepción migratoria (ERC), ubicadas en la provincia de Darién, donde hay presencia de organismos humanitarios.
Tras ello, los migrantes son trasladados en buses, costeados por ellos mismos, hacia otra de estas ERM en Chiriquí, frontera con Costa Rica, para que sigan su camino hacia Norteamérica.
EFE