El Tiempo: Las rutas del narcotráfico que se extienden dentro de Bogotá

El Tiempo: Las rutas del narcotráfico que se extienden dentro de Bogotá

Este cargamento se encontró en la vía que conduce de Girardot a Bogotá. FOTO: Policía de Cundinamarca

 

Pareciera que la reestructuración que están orquestando las organizaciones criminales que operan en Bogotá, luego de los contundentes golpes de las autoridades, está dejando a su paso no solo violentas muertes sino, además, rastros evidentes del gran negocio del narcotráfico que se ha colado entre los barrios y calles de la ciudad y que durante muchos años ha pasado en silencio.

Por eltiempo.com





Durante el fin de semana pasado, la Policía Metropolitana y la Policía Antinarcóticos señalaron que, en lo que va del año, se han incautado en diferentes operaciones cerca de 11,2 toneladas de estupefacientes y agentes químicos con potencial para la producción de cocaína.

En los operativos del fin de semana, en la localidad de Usme, se halló dentro de una vivienda un total de 457 bultos con sustancia química controlada (cloruro de calcio); un químico que tiene un potencial para producción de cocaína. Así mismo, en Fontibón, 30 kilogramos de clorhidrato de cocaína que estaban envueltos en una caja de encomienda y que debían llegar a Leticia, Amazonas.

Pero el rastreo de las economías ilegales no se quedó en los barrios, llegó al aeropuerto el Dorado donde se logró la incautación 10.980 gramos de marihuana con destino a San Andrés y otros 1.020 gramos de clorhidrato de cocaína que iban directo a Nueva Jersey (Estados Unidos).

En esta operación también cayó un hombre de 35 años que provenía de Cúcuta, Norte de Santander, y llevaba en su poder la suma de 60.950 dólares camuflados en los genitales. Las autoridades dicen que el botín hacía parte de las rentas criminales de grupos narcotraficantes que operan en la frontera con Venezuela.

Droga al por mayor

Juan Sebastián Jiménez, experto en seguridad de la Universidad Nacional, señaló que lo que estamos viendo en la ciudad es una reafirmación de lo que significa Bogotá para el negocio del narcotráfico.

“Es un centro de acopio para producto refinado; la hoja puede salir del Cauca, de Putumayo, de Nariño, del Norte de Santander o del Catatumbo en particular, pero es aquí en Bogotá donde las grandes estructuras la acopian para distribuirla a otras regiones”, sostuvo.

Ahora, un investigador del caso explicó que Bogotá es uno de los puntos más importantes dentro del contexto del narcotráfico, no solo por ser el mercado más grande para estupefacientes, sino además, “por su posición estratégica, que permite conectar a la Orinoquia, los Llanos y selva. Además, está enclavada en la mitad de la región Andina y por las distintas salidas que tiene, por ejemplo, para el Magdalena Medio”, explicó.

Néstor Rosania, investigador, corresponsal de conflictos y director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, explicó que las economías ilegales, como el narcotráfico, ingresan el producto a la ciudad por medio de camiones de comida refrigerada o mediante el aval de empresas fachada, “lo que hacen es que cuando llega la droga se da el famoso desvió, dinámica similar a lo que se hace con los precursores de la coca que entran legales al país y luego son usados para otros fines”.

De la misma forma, Rosania señaló que hay dos corredores importantes para el tráfico de estas sustancias: la entrada por la autopista Sur, donde llega todo lo que proviene de la costa Pacífica del país, y la entrada que viene del Llano, justo por el corredor de Sumapaz.

“Esa localidad es el corredor histórico de las Farc y de la delincuencia común, que usa la vía para entrar y sacar artefactos ilegales y droga entre los departamentos que se conectan”.

En esa vía, Jiménez aseguró que lo que estamos viendo en Bogotá con la reaparición de grandes cantidades de droga y las muertes violentas tendría que ver con una reunificación de los grupos armados organizados, como el Eln, que están entrando en disputa con otros actores violentos por el control de territorios del narcotráfico en la ciudad.

¿De quién era la droga?

Aunque se tiene claro que los cargamentos incautados por la Policía tenían como destino Leticia, Amazonas, el Cauca, San Andrés y Nueva Jersey (Estados Unidos), lo cierto es que los investigadores dicen que estos puntos no serían el destino final.

Por ejemplo, se cree que el cargamento que iba a ser movido por el Amazonas debería llegar hasta Brasil, y se especula que podría pertenecer al ‘Primer Comando de la Capital’ y al ‘Comando Vermelho’, dos poderosas estructuras de ese país.

Sin embargo, explicaron los analistas que con la nueva estructura de los grupos criminales que están operando en la ciudad no es fácil determinar quiénes son los dueños de los cargamentos de droga.

“Se están produciendo dos grandes cambios en el narcotráfico en la ciudad: primero, se están dando consorcios (como en la vieja época) en los que varios narcotraficantes se unen para mover la droga, entonces no se puede saber quién es el dueño; y segundo, que con los golpes de las autoridades, el narcotráfico ya no tiene una cara visible y entre los mismos criminales ya no saben qué es de quién”, puntualizó Jiménez.

Los analistas advierten que el ‘clan del Golfo’ aún es el actor principal del narcotráfico en Bogotá, pero que estaría actuando bajo la modalidad de outsourcing criminal, en el que deja responsabilidades a diferentes actores locales que terminan siendo los que ejecutan los asesinatos y expanden el negocio de la droga.

Las disputas

Pero el tráfico de estupefacientes en Bogotá es más que recibir y enviar pedidos de coca o marihuana. La disputa por el control de este negocio dejó el año pasado 28 personas torturadas y empacadas en bolsas de basura, y en lo que va de este año ese conteo ya llegó a los 19 casos.

No obstante los operativos de las autoridades, en Bogotá, todavía están funcionando bandas como ‘los Paisas’, que controlan localidades como Suba, Usaquén, La Calera y algunos municipios de la sabana de Bogotá.

Por otro lado, la jurisdicción del ‘Tren de Aragua’, ‘los Camilos’ y en su momento ‘los Maracuchos’ y ‘Satanás’, que se regaron por Kennedy en Corabastos, Patio Bonito, el corredor de la 38 y que incluso libraron una batalla a muerte por el control de los barrios calientes de Santa Fe.

Pero la disputa también se ha librado en los bordes de la ciudad, por ejemplo, en Usme y San Cristóbal, donde no solo intervienen estructuras multicrimen, sino además grupos como el Eln y disidencias de las Farc que buscan controlar la entrada y salida de armas y drogas al resto del país.

“La guerra que se vivió el año pasado entre el ‘Tren de Aragua’ y las bandas locales ha hecho que ya no se tenga claro cuál es el actor delictivo que está consolidado en la ciudad (…); con la muerte del hermano de Luis Agustín Caicedo (alias Don Lucho) conocimos que en Bogotá se había generado una oficina que incluía a narcos retirados que luego de cumplir condena regresaron a Bogotá y una presencia del ‘clan del Golfo’”, concluyó Jiménez.