Primero pasa hacia arriba, embalado y toma la curva como un diablo, casi levantando rueda. Luego, quien graba, le toma bajando. De nuevo muy rápido, tanto que el coche termina volcando y estrellándose contra los bolardos que dejan el vehículo muy dañado, pero, sobre todo, evitan que termine atropellando a los asustados peatones.
Por: El Mundo
Esto podría pasar en cualquier carretera con cualquier descerebrado al volante. Pero lo jocoso es dónde ha ocurrido y el coche que lo protagoniza.
Porque las imágenes corresponden a la mítica curva de Loews, que forma parte del recorrido del Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco y es escenario de reñidas luchas cuando los monoplazas llegan a ella y tienen que bajar hasta primera marcha. De hecho, es la curva más lenta de todos los circuitos que forman parte del Mundial.
Puedes leer la nota completa e El Mundo