Las acciones del banco UBS cayeron un 8,77% en la apertura de la Bolsa de Valores de Zúrich tras el cierre de un acuerdo para comprar Credit Suisse, su tradicional rival que estaba en riesgo de quiebra por una irremediable crisis de confianza.
El Gobierno suizo ofreció importantes garantías para que esa operación se produzca -utilizando ciertos instrumentos de emergencia- por considerar que el colapso de Credit Suisse podía generar una crisis financiera no solo en el país, sino a nivel global.
Sin embargo, los inversores parecen esta mañana estar insatisfechos con este arreglo, mediante el cual UBS aceptó comprar por 3.000 millones de euros Credit Suisse, precio que pagará únicamente en acciones y que valora los títulos de la entidad absorbida un 60 % por debajo de su valor al cierre de la jornada bursátil del viernes.
Siguiendo esta lógica, las acciones de Credit Suisse perdieron al inicio de las transacciones bursátiles un 63,5 %, a 0,68 céntimos por título, frente a 0,76 céntimos que UBS aceptó pagar, incitado por las autoridades federales que querían tener cerrado un acuerdo antes de que los mercados empezaran la semana.
El arreglo pudo cerrarse únicamente gracias a las importantes garantías que la Confederación Suiza ofreció a UBS en caso de que esta absorsión genere pérdidas o tenga que hacer frente a eventuales litigios dentro o fuera del país.
Además, el Banco Nacional de Suiza puso a disposición una línea de liquidez para terminar de convencer a UBS, que tiene cuentas sólidas -luego de haber realizado una reestructuración de fondo como condición para el rescate público del que se benefició en 2008- y para el cual quedarse con Credit Suisse tenía escaso interés económico.
Como consecuencia de esta compra, UBS ha indicado que pone en pausa la recompra de acciones que había previsto y que veía como una manera de reembolsar a los accionistas en capital, en vista de que el precio de sus acciones tiene potencial de subir. EFE