La muerte del sacerdote Javier Eduardo González Pertuz, de 39 años, ocurrida en un bar de la carrera 70 en Medellín, hecho que conmocionó a feligreses y ciudadanos, tiene un nuevo capítulo.
Por eltiempo.com
En las últimas horas el director seccional de Fiscalías Medellín, Ricardo Romero, informó que Medicina Legal había reportado exceso de alcohol en la sangre del religioso, por lo que están trabajando en unas pruebas de laboratorio más expeditas.
“Hasta el momento nos arroja un exceso grado de alcohol, es lo que nos dice Medicina Legal, pero estamos pendientes de los otros exámenes toxicológicos para tomar decisiones de fondo sobre el caso”, dijo el director.
El funcionario no detalló el tiempo que tardarán estos nuevos exámenes.
En los resultados iniciales realizados al cuerpo y conocidos por EL TIEMPO en la tarde del pasado 8 de febrero, los investigadores reportaron “negativo para sustancias”.
La última vez que González Pertuz fue visto con vida, ocurrió cuando ingresó al bar junto a un sujeto. Este hombre, treinta minutos después, salió con el celular, el reloj y la billetera del religioso.
Javier Eduardo había sido ordenó como sacerdote hacía 8 años. Nació en Planeta Rica, Córdoba, y se encontraba ejerciendo como formador en el Seminario Misionero San José en Medellín y daba la misa en la iglesia Jesús de la Buena Esperanza, en el barrio Belén Rosales.