La petrolera estatal venezolana PDVSA está revisando las cuentas de Maroil Trading, propiedad del magnate naviero venezolano Wilmer Ruperti, por deudas pendientes de suministro de coque de petróleo, dijeron cinco fuentes cercanas a la auditoría, en medio de una amplia investigación anticorrupción.
Por Deisy Buitrago, Mariana Párraga y Sudarshan Varadhan | Reuters
La empresa de materias primas Maroil Trading AG, registrada en Ginebra y responsable de la mayor parte de las exportaciones de coque de petróleo del país, debe a PDVSA 423,7 millones de dólares, según un resumen de las cuentas comerciales por cobrar que datan de enero de 2020 proporcionado por la división de comercio de PDVSA a su departamento financiero.
Esa suma es sólo una parte de los 21,2 mil millones de dólares que PDVSA tiene en cuentas comerciales por cobrar, incluyendo 3,6 mil millones de dólares que son potencialmente irrecuperables, según Reuters reveló la semana pasada.
Las facturas impagadas se originaron con docenas de empresas poco conocidas que actúan como intermediarios para las exportaciones de petróleo de Venezuela desde que las sanciones de EEUU en 2020 detuvieron los tratos con empresas comerciales y clientes internacionales.
El Ministerio Público venezolano inició en octubre una investigación después de que petroleros se dieran a la fuga sin el pago completo a PDVSA.
Las facturas impagadas de Maroil se han disparado desde finales de 2021 tras su reorganización, reparación y reapertura de una terminal clave en la costa oriental de Venezuela que gestiona la mayor parte de las exportaciones, según mostraron los documentos.
La compañía está disputando la factura alegando que la lista de cuentas por cobrar no refleja sus inversiones en la terminal, dijeron tres de las fuentes.
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